Para el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, la oposición venezolana debe apurarse y definir antes de marzo el mecanismo constitucional para cambiar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, esto ante la aguda crisis que vive el país, reseña la agencia de noticias Reuters.
Inicialmente, la fortalecida oposición que ahora domina el parlamento se había propuesto dilucidar la hoja de ruta en los primeros seis meses de 2016, pero en una entrevista con Reuters, Capriles, dos veces candidato presidencial, aseguró que el plazo no debe pasar del primer trimestre.
El país petrolero sudamericano sufre la inflación más alta del mundo, recesión económica y escasez de bienes básicos y medicinas, lo que golpeó la popularidad de Maduro y permitió que la oposición le arrebatara al “chavismo”, por primera vez en 17 años, el control del parlamento.
La profundización de la crisis a medida que se hunden los precios del crudo -su principal fuente de divisas-, ha llevado a la oposición a asegurar que el heredero de Hugo Chávez no concluirá su mandato de seis años que finaliza en 2019.
“Este debate tiene que abrirse para tomar una decisión: si es el referéndum revocatorio o una enmienda que establezca una renovación de los poderes”, dijo Capriles, también gobernador del estado Miranda, el segundo más poblado del país.
“No puede ir más allá del primer trimestre de este año”, agregó el político de 43 años la noche del jueves.
La Constitución venezolana permite la revocación de todos los cargos de elección popular a mitad de su mandato que, en el caso de Maduro, se cumple el 19 de abril.
Además, la mayoría calificada lograda por la oposición en las elecciones parlamentarias de diciembre le permite introducir enmiendas a la Constitución y convocar a una Asamblea Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.
ENMIENDA SÍ, REVOCATORIO NO
Capriles, líder del ala moderada de la variopinta coalición de partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cree que con su control de los poderes públicos el Gobierno podría dilatar el revocatorio hasta el próximo año, cuando sería el vicepresidente quien asumiría para terminar el período de Maduro.
Para convocar a un referéndum revocatorio se necesitan 3,9 millones de firmas que deben ser recolectadas en tres días. Para remover a Maduro deben votar por esa opción más de los 7,5 millones que lo eligieron en 2013.
“Si el referéndum revocatorio no se hace este año, pierde sentido porque (…) sería el mismo Gobierno pero con una cabeza distinta”, opinó Capriles en su oficina ubicada en una zona de clase media de Caracas.
Por el contrario, el nieto de sobrevivientes del nazismo cree que la mejor manera para cambiar de Gobierno es desde la Asamblea Nacional, con la introducción de enmiendas a la Constitución. Para ser aprobadas, esas reformas deben ser sometidas a referéndum.
“Debería haber la posibilidad de una enmienda que plantee la renovación de los poderes, establecer la segunda vuelta (electoral), eliminar la reelección indefinida, reducir el período presidencial de seis años”, dijo Capriles.
Sin embargo, aseguró que la decisión debe ser consensuada con sus partidarios para que tenga legitimidad.
“Esta no es una decisión mía, del presidente de la Asamblea (Henry Ramos) o de la Mesa de la Unidad. Es una decisión que hay que construir con el país”, finalizó.