Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), sostuvo una reunión con Orlando Viera-Blanco, y Claudio Sandoval, abogados defensores de los derechos humanos.
Por medio de su cuenta X, anteriormente llamada Twitter, Almagro indicó: “Dialogamos sobre la crítica situación de DD.HH. en Venezuela y las denuncias e incidencias registradas de graves crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen venezolano».
«Coincidimos en la necesidad de justicia internacional al respecto”, agregó Almagro.
En tanto, Edmundo González tomó la difícil decisión de abandonar el país en medio de una creciente persecución política. Su salida de Venezuela se produjo de manera urgente y bajo circunstancias críticas, con el objetivo de preservar su vida y libertad.
Según su abogado, José Vicente Haro, González enfrentaba un riesgo inminente para su integridad física y la de su familia, lo que lo llevó a buscar asilo político en España.
La situación se tornó tensa cuando las fuerzas de seguridad venezolanas rodearon la embajada de Argentina en Caracas, donde varios opositores se habían refugiado. Ante el temor de que una situación similar pudiera ocurrir si intentaba resguardarse en otra embajada, González optó por aceptar la oferta de asilo en España.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, confirmó que se le ofreció refugio en la residencia del embajador español en Caracas, pero González decidió exiliarse por razones de seguridad.
La salida de Edmundo González marca un momento crítico en la política venezolana, destacando la continua represión contra figuras opositoras. Su exilio no solo subraya la gravedad de la situación en Venezuela, sino que también pone de manifiesto la solidaridad internacional y el papel de España, aunque controversial.
Mientras González inicia una nueva etapa en su vida en el extranjero, su partida deja una profunda huella en la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela, donde permanece María Corina Machado, quien a través de un mensaje en X justificó el exilio de quien considera el verdadero presidente electo.