Este miércoles, el diputado Robert Serra y María Herrera fueron asesinados en la vivienda del parlamentario ubicada en La Pastora, Caracas. A pocas horas del doble homicidio vecinos relatan lo que fueron las últimas horas de Serra y Herrera. Una de las vecinas explicó a El Nacional TV, que una de sus asistentes llegó a la vivienda, “ella subió y eso fue gritar y gritar, a ella le dio una crisis, Robert y María estaban amordazados, dicen que era la esposa de él, no dejaron pasar pero el sí estaba amordazado y golpeado”.
Relataron además que “no oí disparo ni nada (…) una muchacha que venía del trabajo, vio dos motos color blanco, grandes, prendidas y la puerta abierta (de la casa de Serra) ella imaginó que eran los escoltas”.
«Los vecinos solo especulan. El CICPC hace preguntas sin un protocolo digno de tal hecho. La gente se pregunta sobre el paradero de sus escoltas a la hora de su muerte. Al rededor de la casa de Robert Serra, diputado asesinado el miércoles 1 de octubre, hay más dudas que respuestas”, fueron las conclusiones que hizo el medio NTN24 tras publicar en Youtube un material audiovisual que devela un poco más de los acontecimientos en el asesinato del parlamentario.
En el video mostrado anteriormente, vecinos del joven que vivía en el barrio La Pastora de Caracas, coinciden en la peligrosidad del sector que actualmente es considerado “Zona roja” por muchos.
En la parroquia La Pastora también tratan de asimilar el crimen de quien se convirtió en un buen vecino. El político realizaba jornadas de Mercal todos los meses y regalaba juguetes a los niños, contó la señora que vive en la casa contigua a la de Serra. “La noche del miércoles nos acostamos temprano. A eso de las 9:00 pm oímos al perro de la casa del diputado ladrando como en la azotea y a las 9:30 pm escuchamos a una muchacha llorando en la puerta de la casa. Cuando salimos, la escuchamos diciendo que los habían matado. Después llegaron muchos funcionarios policiales”, agregó.
Algunos vecinos dijeron que vieron dos motos de alta cilindrada encendidas en las afueras de la casa del diputado. “Las puertas estaban abiertas, pero me quedé tranquila porque pensé que eran sus escoltas”, aseguró una mujer.