Un grupo de feligreses desalojó a la Guardia Nacional Bolivariana del sitio donde ocurría peregrinación de la Divina Pastora en el pueblo de Santa Rosa, estado Lara.
Los funcionarios se encontraban junto a la gobernadora, Carmen Meléndez en una tarima que se instaló a una cuadra del círculo militar de Barquisimeto, cuando los feligreses comenzaron a lanzarles mandarinas y agua.
Las acciones de los ciudadanos impidieron que los guardias realizaran el tradicional homenaje de custodia a la virgen y los obligaron a bajar con escoltas.
Antes de sacar a los guardias a gritos, los ciudadanos se montaron en la plataforma y comenzaron a gritar consignas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.