De acuerdo con las denuncias de Trump, el «Obamagate» fue una conspiración entre los funcionarios del expresidente demócrata, durante los últimos días de su administración, para atrapar al primer asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, como parte de un complot más amplio para derrocar al presidente entrante.
El Departamento de Justicia decidió a mediados de mayo retirar su caso penal contra Flynn, diciendo que el FBI no estaba justificado para investigarlo por sus conversaciones de 2016 con el exembajador de Rusia en Washington.
Como parte de su reevaluación del caso Flynn, el Departamento de Justicia publicó una avalancha de registros que arrojan luz sobre deliberaciones previamente desconocidas de la administración Obama sobre Flynn. Eso llevó a Trump a afirmar que Flynn había sido un objetivo ilegal y que la decisión de investigarlo llegó hasta el presidente anterior.
Redacción Maduradas
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