La noche del domingo 11 de febrero fue especial para Taylor Swift y Travis Kelce, ya que el jugador de los Kansas City Chiefs ganó en la final del Super Bowl frente a los San Francisco 49ers. La cantante estuvo animándolo y celebrando desde la tribuna junto a Blake Lively y Lana del Rey, mientras que Kanye West también estaba en asientos cercanos y se rumoreaba que tenía un plan para arruinar la noche de Swift.
La cantante estadounidense fue una de las protagonistas de la noche, mostrando sus emociones en la tribuna y compartiendo momentos románticos con Travis Kelce, incluyendo un beso al final del juego. Sin embargo, se comentaba que Kanye West tenía la intención de aparecer en todas las imágenes tomadas en la tribuna, comprando asientos frente al lugar de Swift para este propósito.
Según el exjugador de la NFL Brandon Marshall, en su podcast Paper Rout, Swift logró que Kanye West y su pareja fueran movidos de sus asientos en el Allegiant Stadium en Las Vegas. “Taylor Swift se enfadó. Ella hizo una o dos llamadas. Se involucró todo el mundo y lo echan del estadio”, relató Marshall.
Aunque TMZ informó que el representante de Kanye West negó estas afirmaciones, desmintiendo el rumor como completamente inventado.
Posteriormente, Kanye West compartió un mensaje en Instagram abordando las acusaciones sobre la noche del Super Bowl, apuntando a Taylor Swift.
«Este álbum es realmente súper positivo y divertido. Todo se trata de triunfar. El año pasado, fue un desafío increíble para mí, mi esposa, mis hijos, mis amigos y mi familia. Fui vetado en hoteles, expulsado de empresas e incluso no se me permite comer en algunos restaurantes», escribió West.
Concluyó el mensaje enviando un saludo a los fanáticos de la cantante. “A todos los fans de Taylor Swift, no soy su enemigo. Tampoco soy su amigo, aunque tampoco me echaron del Super Bowl. Mi esposa y yo dejamos nuestros asientos para ir a Yg’s Box y ver a diferentes amigos. Ella nunca había ido a uno así que quería pasar un momento agradable y vivimos un día muy divertido”.