Las razones de la crisis griega se parecen a la venezolana, aunque en contextos y realidades diferentes. Grecia pertenece a la Comunidad Económica Europea y desde su ingreso gozó de preferencias económicas como el acceso al crédito del Banco Central Europeo.
Las deudas y gastos de Grecia y Venezuela han llegado a niveles inalcanzables, generando en el primer caso un default del que pudiera hacerse eco el país suramericano en un futuro cercano.
En el caso de Grecia, los fondos del Banco Central Europeo, fueron utilizados para abarcar la expansión del gasto público que incrementó con la contratación de empleados, el crecimiento de ministerios, burocracia y aumento de programas sociales dadivosos que suponían un coste sobre la capacidad de producción económica del país, lo que hizo estallar una burbuja de liquidez, explicó Carlos Ñáñez, economista y profesor de la Universidad de Carabobo.
El especialista hizo una analogía con Venezuela donde ha ocurrido lo mismo. Ministerios y demás entes públicos en los últimos años han aumentado sus nóminas, que según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, hasta 2012 la nómina nacional era de más de dos millones 463 mil 759, en los 34 ministerios creados en los últimos 15 años.
Los subsidios, empleados por ambos países, han elevado los gastos que ahora les está pasando factura. Por ejemplo, en el metro de Atenas, donde anualmente la nómina alcanzaba un costo de 500 millones de euros, por taquilla solo ingresaban 90 millones de euros, subsidiando el Estado 310 millones.
La nómina de los empleados públicos llegaba a una cifra de 70 mil millones de euros, mientras que Alemania, un país con una economía más desarrollada, anualmente gasta 55 mil millones de euros.
En Venezuela solo en 2014 el Gobierno gastó 25 mil millones de dólares por subsidio de la gasolina, sin mencionar el gasto en misiones y ayudas sociales, situación similar a la de Grecia, que la llevó al default al no pagar la cuota de mil 600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional.
“Grecia se tragó el crédito. Comenzó a utilizar los fondos del Banco Central Europeo para suplir el déficit fiscal el cual fue cayendo, eso es muy semejante a la de Venezuela, no por la vía del crédito, porque tiene la capacidad estructural de crear la oferta de liquidez del Banco Central para emitir el dinero sin soporte”, sentenció Ñáñez.
Una de las diferencias entre ambos países es que los griegos no sufren de una hiperinflación debido a que dependen del Banco Central Europeo, el cual es autónomo y no imprime dinero inorgánico como el Banco Central de Venezuela, que emite bolívares que cada vez tienen menor capacidad de compra. “En Venezuela el déficit se monetiza con bolívares, mientras que en Grecia el BCE se negó a producir dinero sin respaldo”.
El economista explicó que Grecia tendrá que acudir al Fondo Monetario Internacional y tendrá que asumir sus condiciones. Si Venezuela cayera en default, situación no muy lejana pues la inflación anualizada estaría alrededor de 108 % y al cierre de año llegaría a 170% , también tendría que acudir al ente.
Con información de El Cooperante.