El enorme poder que posee Diosdado Cabello, considerado como el «número dos» del chavismo, se ha puesto en evidencia tras el apoyo público recibido por parte de Nicolás Maduro, tras habérsele acusado de mantener presuntos vínculos con el narcotráfico.
Expertos consultados por El Nuevo Herald, resaltaron que Cabello se ha convertido en un elemento indispensable para sostener el delicado ecosistema de intereses y “mafias” que conforma el régimen que gobierna al país, y que por esa razón el poder del presidente de la Asamblea Nacional supera el del propio Maduro.
“Diosdado es el hombre detrás de las bambalinas, es el gran maestro de los títeres, es el hombre indispensable para el régimen”, afirmó Bruce Bagley, experto en materia de narcotráfico y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Miami.
“No sorprende en absoluto que Maduro lo siga respaldando. En realidad es al revés, si la situación sigue empeorándose, si no manejan la economía mejor, si hay alguna avalancha de protestas en contra de Maduro es posible que lo sacrifiquen a él [Maduro] para reemplazarlo con otro escogido por Diosdado”, sentenció.
El espaldarazo público que Maduro le dio a Cabello en medio de la crisis deja entrever la importancia que tiene para el régimen.
Poco antes, el diario estadounidenses The Wall Street Journal había confirmado versiones previas de el Nuevo Herald y el ABC de España señalando que las autoridades estadounidenses investigan a Cabello bajo sospecha de que es el máximo capo del denominado Cartel de los Soles, organización criminal que monopoliza el narcotráfico en Venezuela.
Pero Maduro no pareció titubear ante las severas acusaciones.
“Quien se mete con Diosdado se mete con nosotros, se mete conmigo. ¡Vamos a defender a Diosdado como defendimos a nuestro país el mes de marzo del ataque de Estados Unidos!”, expresó el mandatario durante su programa de radio y televisión semanal.
Otras sedes del poder del chavismo se pronunciaron a favor de Cabello, incluyendo la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia.
Aunque breve, y dicho a altas horas de la noche del martes, el pronunciamiento de Maduro parece atar la suerte del gobernante a la de Cabello, haciendo caso omiso a la posibilidad de que el régimen bolivariano lleve a que el país sea visto internacionalmente como un “narcoestado”.
Pero Maduro no tenía mas alternativa, dijo Bagley.
“Es un prisionero, es un hombre cautivo, no tiene mucho espacio de maniobra y no puede deshacerse de los sectores que le sostienen”, señaló.
Al darle su respaldo público, Maduro no hizo más que seguir el mismo patrón que le ha llevado a no hacer nada frente las numerosas actividades de corrupción en el país, incluyendo las operaciones ilícitas con el mercado cambiario y el contrabando de alimentos y gasolina, pese a que son prácticas que han demostrado ser altamente perniciosas para la población al fomentar la escasez de productos.
Con información de El Nuevo Herald.