Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta asamblea nacional constituyente (ANC), reveló este miércoles 6 de julio que Mari Cumare es la autora intelectual del secuestro, desaparición y asesinato de su esposo Carlos Lanz, cuyos restos fueron lanzados en una cochinera.
Saab aseguró que Cumare pagó $8.000 a un hombre que se identificó como su amante, Glenn Castellano, para que se encargara de buscar sicarios que ejecutaran el homicidio. La petición del crimen la hizo tres meses antes de la desaparición del sociólogo, quien fue visto con vida por última vez el 8 de agosto de 2020.
Durante una rueda de prensa realizada para ofrecer detalles del homicidio, el fiscal general del régimen de Nicolás Maduro precisó que Castellanos delató a Cumare en los interrogatorios. Aseveró que la mujer le pidió que “el cadáver nunca deberá encontrarse”.
Al mismo tiempo, aclaró que los $8.000 se dividieron de la siguiente manera: $5.000 para un pran de Tocorón y $3.000 tanto para los dos sicarios y para él como el facilitador de esos homicidas. El monto fue cancelado en billetes de $50 y $100.
El dirigente sindical Tito Viloria sería el responsable de sacar a Lanz de casa el día de su desaparición, al decirle que iban a acudir a una reunión en Mariara con milicianos, “porque hay una conspiración contra el gobierno”.
Lo traslada en un Mitsubishi azul y atrás iba una camioneta Explorer azul, con los sicarios.
A la altura de Yagua, la camioneta Explorer intercepta al vehículo donde iba Viloria con Lanz, y lo llevan con destino a la Finca la Fortaleza, en el estado Cojedes.
En presencia de Viloria y Castellano, los sicarios le propinan dos disparos en la sien, el 8 de agosto de 2020.
Saab comentó que Elis Becerra preparó el 7 de agosto una fosa cerca del potrero de la finca la Fortaleza. “El luminol dio positivo, hubo rastros de sangre y de masa encefálica”, indicó.
La confesión de Castellano explica que el cuerpo cae en la fosa, no obstante, mueven el cadáver entre los dos sicarios y el capataz, lo desnudan y lo ponen en una sábana plástica dentro en una cochinera, donde se encontraban nueve cerdos, que se encargarían de finalmente hacer desaparecer los restos de Lanz.
Los sicarios utilizaron dos machetes y junto al capataz, mutilaron el cadáver, comenzando por brazos, manos, tronco y pies, luego lanzaron los restos a la cochinera, para que los animales se lo comieran.
“Identificación de zonas donde nuestros expertos de la unidad criminalística, al pasar el luminol detectaron rasgos de sangre, en una zona fronteriza colindante a la Finca la Fortaleza, ubicada en Cojedes”, dijo Saab sobre el lugar en el que se cometió el crimen.
Castellano también confesó que el supuesto móvil del secuestro era el dinero procedente de la corrupción en el INCE Maracay.
Declaró que Cumare hizo blanqueo de capitales a través de testaferros. También adquirió dos apartamentos, una casa en la playa en Tucacas, fincas en Cojedes, vehículos, entre demás bienes. Identificó al dirigente Viloria como presunto testaferro.
Por su parte, Darwin Zambrano, expareja de la hijastra de Lanz, reveló los turbios comportamientos de Cumare contra el profesor Lanz, entre los que se encontraban agresiones verbales y hasta físicas contra la víctima.
“Ella tiene el perfil psicológico que sufre del trastorno de personalidad límite fronteriza y el trastorno de Borderline, altamente inestable en sus relaciones familiares, agresivas, narcisista, impulsivas, que se convierten en sociópatas, no les importa si caen presos, su moral, la de su familia”, señala.
Redacción Maduradas
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