La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) llamó este lunes a los feligreses a organizar actividades para atender durante los días de Semana Santa a los más pobres, afectados por la grave crisis económica del país caribeño, que se ha exacerbado en los tres últimos años.
Que «en cada una de nuestras comunidades parroquiales se pueda tener una ‘olla comunitaria’ o una ‘comida fraterna’, en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados«, llamó la CEV a través de un comunicado difundido por las diócesis locales.
Llamó además a que a lo largo de la Cuaresma y pascuas se intensifiquen «las visitas a los enfermos, a los ancianos, a los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas«.
Esto con el fin de ofrecer ayuda y «acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones» huyendo de la crisis del país.
La alta jerarquía de la Iglesia venezolana afirma que el país «se ha convertido en una especie de ‘tierra extraña’ para todos», que pese a tener «inmensas riquezas y potencialidades (…) se ha venido a menos, debido a la pretensión de implantar un sistema totalitario, injusto, ineficiente, manipulador».
«La dirigencia política no ha estado ni está a la altura de la problemática que sufren los venezolanos. Pareciera que la calidad de vida del venezolano no es la prioridad de quienes nos gobiernan, pues son insensibles ante tanto dolor, sufrimiento y muerte», señala el texto.
La CEV culpa al Gobierno y a sus seguidores de «querer imponer un régimen que mediatiza al ser humano, y así mantener sus intereses políticos y económicos«.
La Iglesia católica venezolana ha mantenido casi desde el principio tensas relaciones con el Gobierno y ha sido considerada por la Administración de Nicolás Maduro con un agente político que apuesta a la desestabilización de su Gobierno
Información de EFE
Puedes leer también: