La Defensoría del Pueblo condenó «la mala actuación policial» durante una protesta registrada en la población de Táriba, en el estado Táchira, el pasado 1 de julio, que dejó herido al adolescente de 16 años, Rufo Chacón, quien perdió la visión de ambos ojos tras recibir 52 disparos de perdigón en el rostro.
«Sobre este hecho, la Defensoría del Pueblo atendió a los familiares e inició una investigación, resaltando que ya el Ministerio Público individualizó a los funcionarios policiales responsables de este suceso, que se encuentran detenidos», informó el ente a través de su cuenta oficial en Twitter.
Del mismo modo, destacaron que la institución «ve con preocupación la actuación violenta de algunos cuerpos de seguridad en concentraciones y manifestaciones» y aclararon que este tipo de actuaciones debe regirse por las leyes y normas de actuación policial.
«Resaltamos de estas normas que se debe utilizar la fuerza solo cuando todos los medios de negociación y persuasión se hayan agotado», aclararon.
Además recordaron que en estos casos debe haber mayor precaución cuando estén presentes niños, niñas y adolescentes, mujeres embarazadas, adultos mayores o personas con discapacidad.
Ante, esta situación la Defensoría del Pueblo hizo un llamado a los funcionarios «a extremar precauciones en el uso progresivo y diferenciado de la fuerza adoptando los medios de disuasión, protección y control más adecuado a los fines de garantizar los derechos humanos».