Hugo Carvajal, exdirector de Inteligencia Militar, publicó recientemente una carta dirigida a Nicolás Maduro donde desmintió lo que éste le había dicho al periodista de Univisión, Jorge Ramos, al asegurar que «era un hombre sencillo y profundamente cristiano».
Carvajal señaló en esa misiva al general de división Carlos Osorio como el «padrino de santería» de Maduro.
Según el exmilitar, en el Palacio de Miraflores fueron construidos dos salones en uno de los sótanos, donde se celebran ritos de brujería, santería y otras creencias compartidas por Maduro.
Uno de los espacios permite los baños rituales con sacrificio de animales y es en él donde los babalaos africanos (desde el Congo hasta Nigeria) y los cubanos, pagados por el cofre presidencial, honran a Maduro y le brindan sus protecciones para «quedarse en el poder».
Aseguran que la petición que hace Maduro por encima de todo es que se le proteja «de los militares que no lo quieren», y esta solicitud no es nueva, la habría estado haciendo desde que asumió la Presidencia en 2013.
“Descubrimos que la cercanía y conchupancia de Maduro con Osorio, a quien tiene instalado en el propio palacio de gobierno de Caracas, se debe a que ambos son practicantes de la brujería más negra. Tienen como asesor a un brujo venezolano que vive en Miami pero ahora se la pasa en Venezuela quien ha propiciado viajes a Caracas de muchos brujos y babalaos africanos, más precisamente de Nigeria, a quien un ‘hermano cubano’ reúne cada tres o cuatro meses para ‘proteger a Nicolás de los militares que lo acechan las 24 horas’“, señala la misiva.
Redacción Maduradas con información de La Patilla.
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