Este lunes 31 de agosto, el régimen de Nicolás Maduro informó que entregó una serie de supuestos «indultos» para diputados y políticos venezolano, y ejecutó un conjunto de liberaciones a presos políticos del país.
Entre los beneficiarios de las medidas, destacan Freddy Guevara, Juan Andrés Mejía, Miguel Pizarro, Rafael Guzmán, Mariela Magallanes, Juan Pablo García, Winston Flores, José Simón Calzadilla, Henry Ramos Allup, Luis Florido, Juan Pablo Guanipa, Gilber Caro, Ismael León, Renzo Prieto, Jorge Millán, José Guerra, Edgar Zambrano, Américo de Grazia, Luis Stefanelli, Richard Blanco, Tomás Guanipa, Carlos Paparoni, Franco Casella, Freddy Superlano, entre otros.
Sin embargo, algunos de los que se encontraban detenidos, al salir de su reclusión, alabaron a sus captores y defendieron, de hecho, a los funcionarios que los habrían mantenido encerrados en diferentes sedes de organismos de seguridad e inteligencia del país.
Por este motivo, este martes 1 de septiembre, se volvió tendencia la etiqueta «Síndrome de Estocolmo», popularizado entre los tuiteros que consideraron que tales declaraciones eran demostración de que recién liberados habían desarrollado una condición psicológica que los hacía defender a sus captores.
«SÍNDROME DE ESTOCOLMO. Muchos de los ‘indultados’, a horas de haber salido del Sebin y de las otras cárceles, hablan maravillas de sus torturadores. Gilbert Caro, Roberto Marrero. No se sorprendan si dicen que la única vía es la electoral y van como candidatos el 6 de diciembre. DIOS MÍO», comentó Héctor Iván Álvarez.
«Recomiendo que los 110 presos y perseguidos reciban un taller psicológico para sobreponerse a los efectos del SÍNDROME DE ESTOCOLMO. No es broma. Las víctimas suelen ser comprensivas ante la conducta de sus secuestradores», alertó Víctor Garrido.
«Gilber Caro, a instantes de salir en libertad, ya está hablando de diálogo. ¿El síndrome de Estocolmo será colectivo?», cuestionó @Fredyandradea.
«Todos esos opositores que están soltando salieron con el síndrome de estocolmo», sentenció @iquedolarizad0.
«A los caídos en la lucha contra el régimen, hoy más que nunca se les recuerda. Ellos permanecerán con letras de oro en los libros de historia como baluartes de la lucha y libertad. No perdamos el norte, que nadie padezca ahora del síndrome de Estocolmo», dijo Ricardo Hernández.
«De verdad que es increíble, todos salen y dicen lo mismo. ¿Los drogan? ¿Aprendieron a amar a sus captores? ¿Síndrome de Estocolmo?», se preguntó @moncadayilmer.
«En este complejo experimento social cubano en el que se ha convertido Venezuela, no me extraña que bajo el desarrollo del síndrome de Estocolmo colectivo, veamos en los próximos días a factores políticos hablando de las bondades de los secuestradores», manifestó Miguel Vincenti.
«¿Estamos cerca de sufrir del síndrome de Estocolmo o ya lo padecemos? No sé, todo está confuso y revuelto. Me imagino que los pescadores de Miraflores siempre salen ganando», comentó Soledad Bravo.
«La gente ahora con Síndrome de Estocolmo aquí. Ahora vayan a votar todos por agradecidos», añadió Clara Escobar.
«Aquí no hay ningún síndrome de Estocolmo, aquí lo que hay es una amenaza latente. Participas y arrimas al mingo o te ponemos los ganchos otra vez y a tu familia la tienes colgando», alertó Jesús Rojas.
«La tendencia del síndrome de Estocolmo es buen ejemplo de cómo estamos en el camino de recuperar el país: se ofenden porque los liberados salen contentos y pidiendo diálogo. Vayan a que se los coja un burro, miserables», comentó Richard Manrique.