Petare, el barrio más grande de América Latina, se mantiene bajo su propio gobierno: la delincuencia. Los grupos criminales que operan en la zona tienen la autoridad suficiente para imponer toques de queda.
Los manifestantes que se quejaban por las ejecuciones extrajudiciales en la zona por parte del Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES-PNB) aseguraban que podía confiar más en los delincuentes.
“El hampa nos cuida, la FAES nos roba”, argumentaron en medio de las protestas que dejaron en evidencia que el gobierno de Maduro no tiene ningún control sobre los delincuentes.
Reportes policiales detallan que un azote de barrio conocido como Wileisy, ordenó a los comercios, establecimientos y locales, así como de las instituciones educativas el cierre de sus puertas, para poder canalizar adecuadamente la protesta que se realizaría horas más tarde.
“En el chat vecinal recibimos la información del toque de queda que ordenaron los malandros para el barrio José Félix Ribas, incluyendo la orden de no abrir los comercios. Ni la escuela Doctor Rafael Napoleón Baute tuvo actividad”, dijo un testigo de forma anónima.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante
Lea también: