La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, afirmó este jueves 6 de enero que el asalto de hace un año al Capitolio del país por una turba de seguidores del expresidente Donald Trump “refleja la fragilidad de la democracia”.
“El asalto violento que tuvo lugar aquí, el mero hecho de lo cerca que las elecciones pudieron ser revocadas, refleja la fragilidad de la democracia”, dijo Harris en un discurso en el Capitolio para conmemorar el primer aniversario del asalto.
Harris, que estuvo presente el 6 de enero del año pasado en la sede del Congreso de EE.UU. antes y después del asalto, habló minutos antes que el presidente del país, Joe Biden, en un acto conmemorativo de esos eventos en el Capitolio.
La vicepresidenta instó a no permitir que el futuro de la nación sea decidido por aquellos que quieren silenciar las voces de los estadounidenses, revocar los votos y difundir mentiras y desinformación.
En ese sentido, acusó a “una facción radical”, que, agregó, puede haber surgido recientemente, pero cuyas raíces son “profundas y antiguas”.
Indicó que “los extremistas” que hace un año irrumpían en los pasillos del Capitolio no solo tenían como objetivo las vidas de los “líderes elegidos” en las urnas.
“Lo que buscaban no era solo degradar y destruir un edificio (…), lo que asaltaron fueron las instituciones, los valores, los ideales de generaciones de estadounidenses”, apuntó la vicepresidenta.
Harris habló también en su alocución del proyecto de ley de derechos civiles, que se encuentra actualmente en el Senado, e instó a los estadounidenses a hacer algo: “No podemos sentarnos a un lado”.
“Debemos unirnos en defensa de nuestra democracia para formar una unión más perfecta, establecer la Justicia, garantizar la calma doméstica, proporcionar una defensa común, promover el bienestar general y asegurarnos las bendiciones de la libertad para nuestra prosperidad y posteridad”, dijo.
En el último año, los republicanos han bloqueado dos proyectos de ley, impulsados por los demócratas para contrarrestar las restricciones al voto que han impuesto en los últimos meses los conservadores a nivel estatal, que limitan el sufragio de hispanos, afroamericanos y personas con menos recursos económicos.
Los conservadores aseguran que su objetivo es frenar irregularidades, pero los demócratas creen que su verdadera meta es acabar con los controles que impidieron al expresidente Donald Trump (2017-2021) revocar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que ganó Biden.
EE.UU. conmemora hoy el primer aniversario del asalto al Capitolio por parte de una turba de seguidores del Trump, donde al menos 5 personas murieron, entre ellas un policía.
EFE
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