Los venezolanos que han huido del país en búsqueda de una mejor calidad de vida han tenido que trabajar muy duro para poder surgir. La mayoría comienza vendiendo comida en las calles.
En un barrio llamado San Pablo, ubicado en asunción (Paraguay), una pareja de criollos se gana la vida vendiendo cachapas y arepas en un puesto callejero, similar a los que hay en Venezuela.
Angelo Di Marcantonio expresó que llegó un momento en que el dinero no les alcanzaba ni siquiera para la comida, por lo cual decidieron irse del país.
Sheila es quien acompaña a Angelo día a día a ganarse la vida en las calles de Paraguay, país al que llegaron hace poco más de ocho meses.