Los familiares de los opositores detenidos en Nicaragua en el marco de la crisis que vive el país desde abril de 2018 expresaron este martes 9 de noviembre su preocupación por la forma en que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se refirió a los denominados «presos políticos», a los que tildó de «hijos de perra de los imperialistas yanquis».
En una declaración, cinco organizaciones que aglutinan a familiares de más de 160 opositores presos se declararon indignados y preocupados «por las lamentables palabras llenas de odio, perversidad y misoginia, pronunciadas ayer por Daniel Ortega».
«Esos que están presos son los hijos de perra de los imperialistas yanquis», espetó anoche el mandatario en un acto oficial transmitido en cadena televisiva y radial, en alusión a los siete aspirantes presidenciales de la oposición detenidos bajo cargos de «traición a la patria» y a los que evitó enfrentarse en las elecciones generales del domingo, en las que fue reelegido para su quinto mandato.
Ortega, que no ha logrado el reconocimiento de la mayoría de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos y la Unión Europea (UE), dijo incluso que a los dirigentes opositores encarcelados «se los deberían de llevar a los Estados Unidos», porque, a su juicio, «no son nicaragüenses» y «no tienen patria».
Discurso de odio
«Consideramos que tales expresiones no son aceptables en boca de una autoridad política y manifestamos al pueblo de Nicaragua y a la comunidad internacional nuestra profunda preocupación por las eventuales consecuencias que este discurso pueda tener sobre la vida e integridad de nuestros familiares y sobre el clima sociopolítico del país», señaló el grupo de organismos.
A juicio de ese bloque de familiares, referirse a adversarios políticos como «hijos de perra» y apátridas «parece tener el objetivo de profundizar en la deshumanización de personas que se encuentran encarceladas sin respeto de sus derechos y libertades fundamentales y sin la debida publicidad del proceso judicial».
«Las palabras de Ortega buscan negar la humanidad de sus adversarios políticos y pretenden justificar los abusos cometidos contra ellas y ellos», advirtieron.
Esas organizaciones explicaron que les «preocupa que estos nuevos insultos sean interpretados de manera implícita como una «orden de ejecución», para que funcionarios policiales y penitenciarios se sientan legitimados para llevar a efecto actos de venganza política contra personas presas, contra sus familiares y, en definitiva, contra cualquier ser humano que no se muestre seguidor del partido de Gobierno».
Piden a comunidad internacional estar atentos
Recordaron el caso del ciudadano estadounidense-nicaragüense opositor Eddy Montes Praslín, asesinado el 16 de mayo de 2019 en una cárcel de Nicaragua, «por un empleado público que se sintió autorizado para disparar a matar por las expresiones injuriosas de sus jefes inmediatos», y que sigue en la impunidad.
«Tememos las incontrolables consecuencias que el mismo pudiera desatar», insistieron.
Las organizaciones llamaron «a la comunidad nacional e internacional a permanecer atenta a las graves consecuencias que pudiesen acarrear las terribles y denigrantes expresiones de Ortega».
La declaración fue suscrita por la Asociación de Familiares de Presos Políticos, el Comité de Familiares Pro Liberación de Personas Presas Políticas, los Familiares de personas presas políticas en el Chipote desde Mayo 2021, el Grupo de Secuestrados Políticos Unidos, y la Organización de Víctimas de Abril.
El exguerrillero, que el jueves cumple 76 años de edad y que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, fue reelegido junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, con el 75,92 % de los votos en los cuestionados comicios del domingo.
Esas elecciones estuvieron marcadas por discrepancias sobre la participación y la ausencia de siete aspirantes a la presidencia de la oposición que fueron encarcelados previo a las votaciones acusados de «traición a la patria».
EFE
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