El pasado sábado el canciller de Venezuela designado por el régimen de Nicolás Maduro, Carlos Faría, acudió a la 77° Asamblea general de Naciones Unidas (ONU), donde leyó una carta enviada por Maduro, donde afirmó que los medios de comunicación han hecho uso de la migración venezolana como un instrumento político.
En la carta escrita por Maduro, el vocero precisó que la diáspora venezolana ha sido propiciada y «aupada» a partir de «promesas falsas» que han mermado las condiciones de vida de los venezolanos, asegurando que los medios de comunicación se han encargado de llevar estas informaciones «con fines políticos y propagandísticos», sin informar las cifras de migrantes retornados al país de manera voluntaria a través del programa gubernamental de repatriación por medio de la aerolínea Conviasa.
La carta de Maduro indica que el 60% de los venezolanos que migraron han regresado a Venezuela de forma voluntaria, por causa de la xenofobia y las condiciones de «explotación» que vivieron en los países en donde se encontraban.
En la misiva Maduro solicitó una «rendición de cuentas» a aquellos organismos multilaterales que han destinado fondos para el apoyo de migrantes venezolanos, a fin de conocer los parámetros considerados para la concesión de recursos.
Maduro también mencionó y rechazó en su carta ante la ONU, las sanciones internacionales impuestas a Venezuela, indicando que tuvieron que crear nuevos mecanismos de ingresos en el país como el turismo, la industrialización nacional, el emprendimiento y el desarrollo agrario, manifestando que «por primera vez, en 120 años» se está produciendo el 80% de los productos consumidos a nivel nacional.
«En lo económico pocos saben que sobre este pequeño pero digno país, pesan 913 sanciones ilegales, que en resumidas cuentas le impiden a mi pueblo vender y comprar lo que produce y necesita para el desarrollo y goce de nuestra existencia individual y colectiva», precisó el mandatario en la misiva.
Faría precisó que esa guerra económica contra Venezuela le ha provocado pérdidas que superan los 150.000 millones de dólares en los últimos años y se incrementaron durante el periodo más grave de la Covid-19, cuando se impidió al país comprar insumos médicos, medicinas y vacunas.
El canciller denunció que Europa y Estados Unidos aprovecharon la estigmatización contra Venezuela para robar al país 31 toneladas de reservas de oro depositado en el Banco de Inglaterra, calculadas en 1.300 millones de dólares.