El Ministerio de Educación Universitaria dio a conocer recientemente los resultados del Sistema Nacional de Ingreso (SIN) para el 2024, un proceso que cada año asigna cupos universitarios a miles de bachilleres venezolanos.
Sin embargo, como en años anteriores, este nuevo ciclo ha estado marcado por una serie de denuncias de irregularidades por parte de los jóvenes aspirantes.
A pesar de que este año se registró un total de 360.333 bachilleres, un número considerable de ellos ha manifestado su descontento con los resultados obtenidos. El 85,46 % de los inscritos ya cuenta con un cupo asignado, mientras que el restante 14,54 % deberá esperar a una segunda fase de asignaciones.
Para participar en el SIN, los estudiantes deben registrarse en la plataforma web de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y seleccionar hasta seis opciones de carrera y universidad.
El sistema, a través de un algoritmo, evalúa las notas de los bachilleres y otros criterios para determinar si son admitidos en alguna de las opciones elegidas.
No obstante, numerosos estudiantes han denunciado que el sistema les ha asignado carreras o universidades que no seleccionaron como prioridad, lo que ha generado gran incertidumbre y frustración. Esta situación ha puesto en tela de juicio la transparencia y eficiencia del proceso de selección.
La persistencia de estas irregularidades año tras año ha llevado a cuestionar la metodología empleada por el SIN y ha generado un clima de desconfianza entre los estudiantes y sus familias.
Es por ello, que se ha exhortado que las autoridades competentes investiguen a fondo estas denuncias y tomen las medidas necesarias para garantizar un proceso de admisión justo y transparente.