El 2023 fue otro año difícil para los venezolanos, que continúan padeciendo las consecuencias de la crisis económica, social y política que atraviesa el país.
La hiperinflación, la escasez de medicinas y combustible, el colapso de los servicios públicos, la violación de los derechos humanos y la represión de la disidencia fueron algunos de los problemas que enfrentaron los ciudadanos, que no encontraron respuestas ni soluciones por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Estas son solo algunas de las promesas incumplidas de Maduro durante el año 2023, que evidencian la falta de capacidad de su régimen, que lejos de resolver los problemas de los venezolanos, los ha agravado y profundizado, generando más pobreza, desigualdad y sufrimiento.
Recuperar al estado Bolívar
Maduro anunció el pasado viernes 11 de agosto que había dado la orden de incrementar la presencia y la capacidad militar operativa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el estado Bolívar, con el supuesto objetivo de “liberar” a esa región de la minería ilegal y las bandas criminales que operan en la zona.
En una reunión con el Estado Mayor Superior Ampliado, transmitida por Venezolana de Televisión (VTV), el líder socialista aseguró que la FANB estaba lista “para defender al pueblo” y para “limpiar nuestras costas, para limpiar nuestros mares de grupos criminales”.
El comentario lo hizo luego de que ordenara al cuerpo castrense mantenerse en alerta permanente, al tiempo que les ratificó su confianza. “¡Fuerza Armada Nacional Bolivariana! Guardia en alto, manténganse siempre vigilantes, tienen el deber y la responsabilidad de garantizar la estabilidad, la integridad territorial y la paz de nuestra República. Confío en ustedes, hombres y mujeres de principios bolivarianos”, escribió en su cuenta oficial de la red social X.
El estado Bolívar es una de las regiones más ricas en recursos naturales del país, especialmente en oro, diamantes y coltán, pero también una de las más afectadas por la violencia, la corrupción y la destrucción ambiental, producto de la explotación ilegal de estos minerales por parte de grupos armados, que cuentan con el apoyo y la complicidad del régimen de Maduro.
Esa práctica también ha generado violaciones de los derechos humanos de los trabajadores y habitantes de la zona, que son sometidos a condiciones de esclavitud, extorsión, explotación, tortura y asesinato por parte de las bandas criminales, que actúan con total impunidad y bajo el amparo de las autoridades militares y civiles del régimen.
A pesar de los operativos que ha realizado la FANB para eliminar los campamentos de minería ilegal, esta práctica continúa dándose en el territorio, con la complicidad y el beneficio de las autoridades del régimen de Maduro, que han impulsado el llamado Arco Minero del Orinoco, una zona de más de 110 mil kilómetros cuadrados que fue declarada como área de desarrollo estratégico en 2016, sin consulta previa ni consentimiento de las comunidades indígenas que habitan en la región.
Cestaticket de $40 mensuales
El líder socialista anunció el pasado 1 de mayo que había aumentado el cestaticket a 40 dólares y el bono de guerra a 20 dólares, además del salario mínimo que se mantiene en 130 bolívares desde marzo de 2022.
Sin embargo, al día siguiente, Maduro cambió el monto del bono de guerra a 30 dólares, sin dar ninguna explicación, durante la firma del decreto sobre los aumentos.
“¡Buenos días, Venezuela! Amanecimos firmando el decreto de los aumentos del cestaticket a 40 dólares y del Bono de Guerra Económica para que llegue a 30 dólares mensuales, bajo el concepto de la indexación, para un total de 70 dólares más el salario”, escribió en su cuenta en la red social X.
Pero la realidad es que los trabajadores no han recibido los montos prometidos por el líder socialista, sino que han sido víctimas de otra promesa incumplida y una nueva devaluación de sus ingresos, que no les alcanzan para cubrir ni siquiera la canasta básica alimentaria.
Trabajadores de Guayana, profesores, educadores, personal de salud y otros sectores denunciaron el 30 de mayo que solo recibieron 1.000 bolívares de cestaticket, lo que equivalía para ese momento a unos 37 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), que se ubicó en 27,07 bolívares por cada dólar.