Pedro Hurtado, un gandolero de 62 años, murió al no recibir la atención médica que requería tras sufrir una grave herida en su brazo izquierdo producto del estallido de un caucho.
Hurtado pasó por ocho hospitales, en ninguno recibió atención médica.
Murió durante la madrugada dentro del carro de su hijo mientras se dirigían por segunda vez al Domino Luciani, en El Llanito, para intentar nuevamente que lo ayudaran.
El hombre vivía en Guarenas, estado Miranda, el pasado viernes en la tarde se encontraba en Kempis, autopista Gran Mariscal de Ayacucho, donde aseguraba el caucho de repuesto de su gandola, pero estaba sobrecargado de aire y estalló.
El incidente le causó una delicada lesión en su brazo, por lo que fue llevado al hospital de Guarenas, allí no lo atendieron y lo refirieron al de El Llanito, donde recibió solo los primeros auxilios, le hicieron una placa, aseguraron que no tenía fracturas, pero tampoco lo recluyeron por falta de cirujano cardiovascular.
De allí sus familiares lo llevaron al hospital Pérez de León II de Petare, en vista de que no lo recibieron, acudieron al Pérez Carreño, donde a través de unas placas determinaron que sufrió una triple fractura y que estaba cercenada la arteria braquial, necesitaba ser intervenido, pero les indicaron que estaban llamando al cirujano y no les respondía.
Por esta razón tuvieron que salir con destino al Hospital Universitario de Caracas, donde tampoco lo recibieron.
En vista de la situación decidieron recurrir al seguro médico del paciente, visitaron dos clínicas privadas de la ciudad donde tampoco fue atendido y le indicaron que no contaban con personal por la huelga.
De allí se dirigían al Domingo Luciani, pero ya el conductor de camiones no tenía fuerzas y antes de llegar, falleció.
Redacción Maduradas con información de El Carabobeño.
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