Los venezolanos no la tienen nada fácil al momento de conseguir comida. Los ciudadanos viven al límite por no contar con lo básico para subsistir en un país agobiado por la escasez y la violencia.
La escasez de productos y la incapacidad del Estado en la satisfacción de uno de los derechos primordiales aceleran un peligroso enfrentamiento entre ciudadanos, cuerpos de seguridad y delincuencia, determinó la investigación realizada por la periodista Yasmín Ojeda.
En un trabajo publicado por La Verdad, se indicó que las dos primeras semanas de junio a diferencia de mayo se reportaron más hechos de saqueos, agresiones y víctimas por intentar comprar comida. Más de 40 casos y tres muertos en diferentes regiones: En Táchira, falleció Jenny Elizabeth Ortiz Gómez tras recibir perdigonazos en el rostro. En Petare se registró el asesinato de José Antonio Tovar por acciones de la GNB. La tercera víctima fue en Cariaco, Sucre, donde Luis Jormel Fuentes murió por perdigones.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró el mes pasado 172 protestas por desabastecimiento. Solo en saqueos e intentos ubicó 88 actos violentos a comercios, abastos, supermercados y bienes privados, señaló La Verdad.
Yvers Caruzo Linares, sociólogo investigador de violencia criminal consultado por La Verdad, alertó que existe disfuncionalidad en el acceso a la comida, una de las necesidades más requeridas por las familias. Carecer de la garantía de alimentos detona hechos que pueden derivar en violencia. “O me muero de hambre, no satisfago esta necesidad o debo confrontarme con el otro”.
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