En búsqueda de hacer la trampa, el CNE genera cada vez más trabas y procesos para validar las firmas que solicitan el revocatorio. La jugada del Poder Electoral consiste en retrasar lo más que se pueda la consulta popular.
Técnicos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que participan en el proceso de verificación de las firmas para el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro denunciaron que las cinco etapas que creó el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la transcripción de los datos de las planillas le podrían restar unas 800.000 rúbricas.
Juan Carlos Caldera, de Primero Justicia, denunció que se están invalidando las firmas de quienes lo hicieron en un estado distinto al que votan, lo que podría restar unas 100.000; también aquellas en las que nombre o cédula no se leen con claridad, lo que podría restar unas 300.000 firmas, y aquellas que los expertos en dactiloscopia –solo con observarlas– desestiman porque consideran que las huellas dactilares no reúnen los requisitos.
Caldera aseguró que las cinco nuevas etapas de verificación son innecesarias y solo buscan retrasar el proceso. De acuerdo con las normas que regulan los referendos revocatorios, esta etapa solo dura cinco días, por lo que debió culminar el lunes 9 de mayo, sin embargo, el CNE la extenderá hasta el 31 de mayo, reseñó El Nacional.
“Crearon cinco etapas de verificación innecesarias, porque si hubiesen iniciado el proceso de validación en el sistema de identificación biométrico (siguiente etapa, que dura cinco días), se comprueba de una vez si una huella es verídica y si corresponde con el elector”, expresó el técnico.