«Dan asco, hay que ser muy bajo, infame y repulsivo para robar lo más sagrado que es la soberanía del pueblo», así lo expresó este jueves, 8 de agosto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en alusión a Nicolás Maduro (y sus funcionarios), a quien el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declaró ganador de la elección presidencial del pasado 28 de julio.
“Si hay gente que espera que validemos un fraude electoral, que generamos impunidad por los crímenes de lesa humanidad en Venezuela, estaríamos sirviendo a determinados intereses semipolíticos”, manifestó desde el ayuntamiento de Miami (EEUU).
“Las dictaduras muchas veces prometen paz, pero la paz de las dictaduras es la paz de la represión, de los asesinados y las cosas que no se pueden hacer”, señaló sobre la delicada situación en Venezuela.
La actual crisis en Venezuela se originó, a partir de la negativa del chavismo, a publicar las actas electorales de todas las mesas de votación en Venezuela.
Las actas, que solicita se publique la oposición y gran parte de la comunidad internacional, probarían el cuestionado triunfo de Nicolás Maduro en dichos comicios, el cual anunció el pasado lunes, 29 de julio, en la madrugada, las autoridades electorales.
El pasado viernes, el CNE difundió un segundo boletín en el que reafirmó la supuesta victoria de Maduro con el 51,9 % por el 43,1 % de Edmundo González Urrutia, pero de nuevo no se mostró ninguna prueba o las actas que tanto solicita la comunidad internacional, además de la oposición.
Todo, mientras, una página web de la oposición en la que ofrece un 83,50 % de las actas, se da la victoria a González por el 67 %, frente al 30 % de Maduro.
Hasta este martes, la líder opositora María Corina Machado detalló que, según el 83,50 % de las actas obtenidas, Maduro solo sumaba 3.316.142 votos, mientras que González Urrutia hasta 7.303.480.
Redacción Maduradas con información de EFE
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