La abuela de Salvador Ramos, el joven de 18 años que atacó una escuela primaria en Texas y mató a 21 personas, se encuentra en estado estable pero podría sufrir una consecuencia irreversible en su salud, tras recibir un disparo en la cara por parte de su propio nieto.
Celia “Sally” Martinez Gonzales, de 66 años, probablemente nunca pueda volver a hablar, ya que el disparo le habría afectado su sistema vocal.
Su primo, Jason Ybarra, declaró a medios que la bala entró en su “mandíbula justo al lado de su boca y le destrozó todos los dientes”.
“Si la bala hubiera entrado una pulgada en otra dirección, le habría volado la cabeza. Lo lleva bastante bien, considerando lo que pasó. Pero es posible que nunca pueda volver a hablar”, narró Ybarra a The New York Post.
Hasta ahora, la señora solo ha podido comunicarse por escrito a través d eun cuaderno.
La mujer llamó a la policía tras ser herida por su propio nieto. Luego, Ramos se dirigió a la escuela primaria Robb en la camioneta de la familia.
Redacción Maduradas
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