Los jugadores de la selección de Irán, envueltos desde antes del arranque del campeonato en todo tipo de controversias, cantaron de nuevo su himno nacional antes del partido de la tercera y última jornada del grupo B del Mundial de fútbol de Qatar 2022 que les enfrentó en el estadio Al Thumama de Doha a Estados Unidos; un partido que arbitra el colegiado español Mateu Lahoz.
A diferencia de lo acontecido en el partido en los que los goleó Inglaterra (2-6) y de la misma manera que lo hicieron en su espectacular victoria contra Gales (2-0), esta vez los iraníes -de los que las últimas noticias apuntaban a que sus familiares habían sido amenazados por las autoridades locales en caso de «mal comportamiento«- cantaron su himno nacional, antes de que el valenciano Mateu Lahoz diera el pitido inicial.
El portugués Carlos Queiroz llegó al Mundial envuelto a todo tipo de polémicas ajenas a su voluntad y relativas a las revueltas internas de Irán; que se incrementaron cuando, en el primer partido, sus jugadores decidieron no cantar su himno nacional. Algo que sí hicieron antes de enfrentarse a Gales a vida o muerte, y derrotarla; y de nuevo este martes en el estadio Al Thumama.
Medios internacionales revelaron que tras su primer encuentro contra Inglaterra, el 21 de noviembre, los jugadores fueron convocados a un encuentro con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI).
Una fuente de la seguridad del torneo Catar 2022 le dijo a CNN que se les informó que sus familiares podrían afrontar «el encarcelamiento o la tortura» si los jugadores de la selección «no se comportaban debidamente».
Queiroz volvió a dar entrada en su once titular a una de sus estrellas, Sardar Azmoun, del Bayer Leverkusen alemán, al que convocó tras resistir a las presiones del régimen de Teherán, que solicitaba el veto del mismo por manifestarse públicamente en contra del asesinato, hace dos meses, de Mahsa Amini, por no llevar correctamente colocado el velo.
Después de la victoria contra Gales se dio a conocer que el régimen iraní iba a soltar a 715 presos políticos; y, por si hubieran sido pocas, entre ese partido y el de este martes surgieron nuevas polémicas: la federación estadounidense se equivocó con la bandera con la que ilustraba la previa del partido, que no correspondía con la que se instauró tras la revolución islámica que catapultó al poder al Ayatollah Jomeini, a finales de los 70; y su seleccionador, Gregg Berhalter, tuvo que pedir disculpas por este incidente.
El capitán estadounidense, Tyler Adams -centrocampista del Leeds United inglés-, recibió además, la reprimenda de un periodista iraní por haber pronunciado mal el nombre de su país, algo que el portador del brazalete del ‘Team Usa’ agradeció con elegancia, opinando que siempre es bueno ir ampliando conocimientos acerca de otros países y otras culturas.
La enésima polémica llegó hace unas horas, con las supuestas amenazas a los familiares de los jugadores de la selección persa, que nada deben temer, porque sus jugadores cantaron el himno.
Redacción Maduradas con información de EFE
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