El Tribunal Militar 5º de Control, con sede en Maracay, condenó a cuatro militares acusados de participar en la sustracción de 84 granadas que estaban depositadas en el Fuerte Conopoima, situado en San Juan de los Morros.
Los militares sancionados son el teniente coronel (Ej) Genghis Khan de la Santísima Trinidad Rojas Rondón (47), el capitán Jacobo Antonio González Durán (38), ambos condenados a un año y ocho meses de prisión; el sargento 1º (Ej) Gabriel José Díaz Méndez (31) y el sargento 2º (Ej) Raúl José Mendoza, quienes por su parte fueron condenados a dos años con dos meses de prisión.
Estos cuatro militares admitieron haber participado en los hechos investigados por el fiscal militar 51º de Guárico, primer teniente (Ej) William Ricardo Osma Vargas. Pero el capitán (Ej) Jhon Alexander Carreño Pérez (33) negó estar incurso en la sustracción de las granadas y en virtud de ello el Tribunal Militar 5º de Control ordenó un juicio en su contra.
Al analizar los hechos, el Tribunal Militar 5º de Control, a cargo del capitán Elías Volcanes Velásquez, expresó su alarma “pues no se explica cómo siendo funcionarios militares se presenten para la sustracción de artefactos explosivos, considerándose de alto riesgo para la seguridad ciudadana”.
El juez militar alertó que no se sabe a dónde fueron a parar las granadas. “Dichas granadas pudieran ser usadas por miembros de bandas delictivas las cuales actúan entre las poblaciones del estado Guárico”, advirtió.
El lunes 19 de septiembre de 2016 descubrieron el faltante de las 84 granadas fragmentarias M26 que estaban en el depósito Nº 6 del Servicio de Armamento del Ejército ubicado dentro del Fuerte Conopoima. Esa unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana era la destinada a recibir “el material de guerra de Rusia”, señala la sentencia del tribunal.
Cinco días después de descubrir el faltante de las granadas fue cuando se ordenó abrir la investigación, según documento firmado por el general Hernán Gil Barrios, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) Guárico.
A finales de septiembre del año pasado, la Guardia Nacional desplegó un operativo en los alrededores de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) para rescatar las granadas.
Presumían que habían sido vendidas a “El Ratón” y “Franklin Masacre”, los pranes de la PGV que para esos días liberaban un motín con el propósito de frenar el plan de pacificación del penal que aplicó el Ministerio Penitenciario.
Redacción Maduradas con información de Ministerio Público.
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