Este domingo 6 de febrero, Keih Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, conversó con Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva del régimen madurista, al respecto de la muerte del bebé migrante venezolano de nueve meses a manos parte de la Guardia Costera trinitaria.
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«(Dimos) nuestro más sentido pésame a la familia y a la comunidad venezolana en general en este momento de dolor por la pérdida de la vida del niño pequeño, en el mar, durante las operaciones de seguridad que involucraron a la Guardia Costera de Trinidady Tobago, y a los traficantes que transportaban personas ilícitas», indicó Rowley en un comunicado, según reseñó Monitoreamos.
Sin embargo, no hizo alusión alguna a la posibilidad de que se anuncie la apertura de una investigación para castigar a los responsables de la muerte del menor de edad, luego de que los oficiales atacaran, con disparos, el bote en el que Darielvis Sarabia, madre del niño fallecido, y otros venezolanos, se trasladaban para llegar a la isla.
El primer ministro prometió, por su parte, acelerar la presentación de credenciales del embajador chavista Edmund Dillon para, de ese modo, «facilitar» una reunión que permita una colaboración «mejor y más efectiva» contra los negocios ilícitos de tráfico de personas, armas y drogas.
«(Hacemos un llamado) a nuestros vecinos venezolanos para que no se animen a arriesgar su vida y la de los demás en los ilícitos y peligrosos cruces fronterizos», añadió.
Redacción Maduradas con información de Monitoreamos
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