El presidente de estados Unidos, Donald Trump, ha insistido en que hubo “fraude” comicial en las elecciones del pasado martes 3 de noviembre, pese a que no ha presentado pruebas sobre ello.
El pasado sábado 7 de noviembre, los medios de comunicación norteamericanos dieron como ganador de ese proceso a Joe Biden, según sus proyecciones. Ese mismo día, el demócrata se proclamó como el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Este miércoles 11 de noviembre, Trump fijó sus ataques en la mayor ciudad de Pensilvania, Filadelfia, bastión demócrata que ayudó a Biden a superar los 270 votos electorales requeridos para que un candidato se convierta en el nuevo mandatario de esa nación.
El presidente acusó al republicano Al Schmidt, funcionario electoral local, de ignorar “una montaña de corrupción y deshonestidad”. Por consecuente, la red social Twitter añadió una etiqueta a la publicación que señalaba que esa acusación de fraude comicial era un “asunto contencioso”, reseñó Infobae.
Simpatizantes de Trump han introducido alrededor de 15 impugnaciones en Pensilvania, con el objetivo de tratar de quedarse con los 20 votos electorales que concede ese estado. De igual manera, ha interpuesto desafíos legales en Georgia, Arizona, Nevada y Michigan.
Hasta el momento, la campaña republicana ha logrado que les permitan a sus observadores estar un poco más próximo a los empleados electorales que procesan los votos por correo en Filadelfia.
Además, un tribunal de Pensilvania falló a favor de la campaña de Trump, ordenando que no sean contadas las boletas en las que los votantes necesitaban presentar prueba de identificación y no lo hicieron antes del 9 de noviembre.
A su vez, un número incalculable de votantes se encuentra accediendo a las acusaciones del gobernante de que se trató de una elección “arreglada”, y han realizado donativos a un fondo para defensa jurídica.
A nivel nacional, la defensa se encuentra en manos de aliados de Trump como Rudy Giuliani, el abogado personal del mandatario; el operador político David Bossie, quien no es jurista de profesión; y Jay Sekulow, un letrado principal durante el juicio político a principios de este año.
El experto en derecho electoral Rick Hasen afirmó que si Trump contará con un caso sólido, esperaría ver la participación de reconocidos litigantes ante la Corte Suprema, como los exfiscales generales Paul Clement o Theodore Olson.
“Hay algunos nombres de abogados reconocidos que le indican a la Corte Suprema que algo es serio. En su lugar, la campaña anunció que pondría a cargo a Rudy Giuliani y a David Bossie”, señaló el profesor en la Universidad de California.
Infobae indicó que algunos de los recursos legales presentados en nombre del presidente de Estados Unidos aparentemente fueron lanzados de forma “apresurada”, ya que tienen errores ortográficos y de procedimiento.
En el estado de Michigan, la juez Cynthia Stephens desechó una demanda por “inadmisible de rumores dentro de rumores”. En el momento en que los abogados de Trump apelaron, el siguiente tribunal refutó la presentación como “defectuosa”.
En cualquier caso, los especialistas en este tema dudan que los desafíos legales puedan “revertir” el resultado en un solo estado, menos en las elecciones en su totalidad.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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