«Venezuela es el único país del mundo en el que ladrones y corruptos le imponen a los ciudadanos honestos condiciones, “cupos” y normas para tener acceso a su propio dinero y a bienes y servicios indispensables para una vida digna».
Así lo dice Jesús «Chúo» Torrealba, dirigente de la Mesa de la Unidad Democrática venezolana, en un artículo publicado en el portal RunRun.es, donde asegura que Venezuela es el único país en el que se le impone a sus habitantes un cupo para poder acceder a su dinero.
Así continúa:
En efecto, eso es lo que ha venido ocurriendo en nuestro país EN TODOS LOS ORDENES, afectando para mal la calidad de vida de TODOS los sectores de la comunidad nacional. El “CADIVAZO” perpetrado por el Gobierno el pasado viernes 10 de Abril, la drástica reducción del cupo de dólares para viajeros (tanto físico como electrónico), es la continuidad de una perversa Política de Estado que persigue empobrecer a todos los venezolanos para chantajearnos, para extorsionarnos, para dominarnos por hambre, por necesidad.
La lógica del Cadivazo es la misma lógica de las captahuellas en los mercados, es la lógica de las colas, la lógica del establecimiento de “cuotas” para el acceso a los alimentos: El mismo Gobierno que decide que Ud. sólo puede comprar hasta un máximo de tres potes de aceite o tres paquetes de harina de maíz, ahora decide que Ud. sólo podrá tener acceso a 700 dólares para viajar. El mismo Gobierno que decide que Ud. sólo puede comprar detergente una vez por semana, decide ahora que sólo cada 4 meses usted tendrá acceso a apenas 100 dólares en su “cupo electrónico”.
Obviamente, el tema de fondo no es la reducción del cupo. ¡El asunto es que el cupo jamás debió existir! Imponer un cupo de dólares para viajero o para cualquier otra cosa ya es inmoral y violatorio de la libertad individual. Reducirlo es aberrante, es sumar a la violación del derecho, el escarnio y la burla.
Aquí el punto no es que en vez de vendernos 3 potes de aceite nos vendan seis, o que podamos comprar detergente no una vez a la semana sino dos veces, o que el cupo de dólares sea no de 700 sino de 7000. ¡No! El tema es que el Estado no tiene derecho a decidir cuando en nuestra casa se come granos, pollo o carne; El Estado no tiene derecho a decidir con que frecuencia en nuestros hogares lavamos ropa o bañamos a nuestros hijos; El Estado no tiene derecho a decidir si los venezolanos podemos o no viajar, y cuanto de nuestro propio dinero podemos usar para hacerlo.
Y mucho menos puede ejercer esos inaceptables controles un gobierno descontrolado, probadamente corrupto e ineficiente. Los malandros que permitieron el robo de los 25 mil millones de dólares en CADIVI no tienen autoridad moral ni política para decirle al ciudadano en que puede o no usar su propio dinero. Los malvivientes que se niegan a investigar como ex ministros, ex tesoreros, testaferros, comisionistas, barraganas y demás fauna de la boliburguesía depositaron 22 mil millones de dólares en la Banca Privada de Andorra, en el Banco de Madrid y en el Banco HSBC de Suiza, no tienen ninguna autoridad moral ni política para obligar al ciudadano a hacer cola para comprar leche y pañales, o para conseguir habitación en un hospital o una clínica, o para limitar la compra vía electrónica de productos que antes eran importados libremente.
La salida de esta inaceptable situación es clara: El control de cambio durará lo que dure el proyecto totalitario en el poder. Para ellos el control de cambio es una piñata corrupta y una herramienta de dominio. La única manera de dejar de ser rehenes socio-económicos del gobierno es logrando UN NUEVO GOBIERNO Y UN NUEVO MODELO ECONÓMICO.
Y para lograr eso hay que estar UNIDOS. Quien divida al pueblo democrático CON EL PRETEXTO QUE SEA está trabajando para perpetuar el poder de los corruptos, hoy amos del corralito financiero y humano en que han transformado nuestro país. Lucha diaria contra el paquete madurista, unidad nacional, unidad política, voto masivo y defensa del triunfo son las cinco claves para enfrentar y vencer al Régimen y sus mafias. ¡Palante! ¡La Fuerza Es la Unión!
Con información de RunRun.es.