Desde el viernes 25 de febrero y hasta el sábado 5 de marzo, Nicolás Maduro Guerra, conocido como «Nicolasito», se habría paseado por Bangkok, la capital de Tailandia, en solitario y disfrutando de lujos a los que solo pueden acceder los ciudadanos más atornillados en el régimen venezolano.
Desde la capital tailandesa, Nicolasito se movió a una de las más exclusivas playas de Tailandia. Disfrutó del mar, de la arena. de la noche. Pero esta vez, el hijo del dictador Nicolás Maduro, prefirió no mostrar su vida en redes sociales, pese a ser un gran productor de contenido en Instagram. Entre el viernes 25 de febrero y el sábado 5 de marzo, el joven diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y a quien su padre impulsa como heredero político, prefirió mantener un perfil bajo y descansar. Lejos. Bien lejos. A un lugar donde no pudiera ser increpado por alguno de los más de seis millones de venezolanos -de acuerdo a cifras de ACNUR- que debieron abandonar el país empujados por hambre y falta de libertades.
El también «diputado» a la Asamblea Nacional (AN) chavista habría sido recibido en el Aeropuerto Internacional de Bangkok por un elegante chofer de la empresa The Oriental Trans and Car Service Co., un servicio súper VIP que cuenta con un flota solo con unidades alemanas de último modelo. Subió a un elegante Mercedes Benz Vitok.
De acuerdo con Infobae, Maduro Guerra mantuvo este viaje en absoluta discreción. De hecho, no hizo alarde de este en sus redes sociales, donde suele compartir mucho contenido. Desde su deplorable demostración de despilfarro en 2015, durante la boda del empresario sirio José Zalt Hazim, cuando bailó mientras le llovían dólares sobre la cabeza, el hijo del líder chavista no ha vuelto a dar un espectáculo similar.
Las fotografías a las que tuvo acceso Infobae y que lo ilustran en solitario secreto en Bangkok demostrarían cómo «Nicolasito» pretendió que su viaje se mantuviera en secreto para la opinión pública.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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