Recientemente, un joven venezolano, identificado con el nombre de Alfredo Méndez, denunció haber vivido una odisea para movilizarse desde San Cristóbal (Táchira) hasta la capital del país, Caracas. A pesar de que el viaje debería haber durado, cuanto mucho, 12 horas, terminó tardando 24 horas para movilizarse entre ambas ciudades.
“Es inimaginable todo lo que sufren miles de venezolanos que, a diario, transitas estas rutas terrestres”, dijo el ciudadano, a través de un hilo en Twitter.
Aseveró que, durante el trayecto, fueron detenidos al menos ocho veces en alcabalas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), donde varios funcionarios habrían intentado matraquearlos e intimidarlos, aparentemente, sobre todo a quienes viajaban con pasaporte.
De hecho, los uniformados, supuestamente, de forma arbitraria, seleccionaban a algunos pasajeros, incluyendo en algunos casos a Méndez, para hacerles “revisión profunda”. Esta verificación incluía visualización de documentos de identidad y del equipaje.
A algunas mujeres las hacían pasar a los que llamaban “cuarticos” de las alcabalas, lugar en los que habrían sido obligadas a desvestirse. Una joven habría afirmado que la funcionaria que la “revisó”, la habría maltratado y obligado a pagarle en dólares para que continuara su camino.
Los uniformados, según indicó Méndez, solicitaban de $20 a $50 para dejar continuar a los pasajeros. El retraso ocasionó que se tardaron más de 10 horas demás para llegar a Caracas.