El 19 de febrero José Alejandro Márquez y un grupo de vecinos se encontraba en la esquina de Candilito en La Candelaria (Caracas), en una manifestación con cacerolas contra el gobierno de Nicolás Maduro. Al lugar llegó la Guardia del Pueblo para quitar una barricada que habían colocado en plena avenida Urdaneta en el centro de Caracas y Márquez, un ingeniero de 45 años de edad, grababa con su celular lo que allí ocurría, uno de los efectivos militares se acercó al joven para exigirle que entregara el equipo móvil pero este se negó y corrió.
Al emprender la huida el militar disparó y pese a que no fue impactado por la bala, Márquez cayó al suelo y fue alcanzado por los guardias, quienes le propinaron una golpiza. Un infociudadano publicó un video que muestra lo ocurrido.
José Alejandro Márquez fue recluido esa misma noche (19/02), en un centro de salud y el 23 de febrero, tras permanecer varios días en coma, fue declarada su muerte cerebral. Por la muerte de Márquez siete efectivos militares son investigados. Los guardias fueron identificados mediante videos tomados en la esquina de Candilito en la parroquia La Candelaria.
Diario nacionales reseñaron que “dos vecinos fueron testigos y en su declaración ante el CICPC informaron que Márquez salió de su casa para grabar la manifestación y los militares le pidieron el teléfono. Relataron que la víctima cayó al suelo y los guardias lo sometieron”.
En el caso de este ingeniero, igual que en los casos de Geraldine Moreno y Génesis Carmona, no hay una decisión judicial. Sin embargo, José Alejandro Márquez fue acusado en televisión nacional por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, de ser un sicario pagado y entrenado fuera del país para atentar contra la vida del Presidente de la República, versión desmentida por su hermana y su esposa, quienes reclaman justicia, reseñó el portal de Caraota Digital.