La recolección de firmas de cara al referéndum revocatorio sigue mostrando sus consecuencias. Esta vez la víctima es una joven con capacidades especiales quien fue despedida tan solo por estampar su rúbrica.
Para su jefe, Greymar Díaz estaba “mordiendo la mano que le daba de comer” al firmar en rechazo al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Como si se tratara de un crimen la trataron de traidora y demás.
Como única solución para recuperar su trabajo, le impusieron retirar su firma. En vista de la presión ella lo hizo y volvió a hablar con su jefe, quien por segunda vez le recalcó que estaba despedida y que no sería reenganchada.
Greymar trabajaba atendiendo una Carreta en el parque nacional Waraira Repano. Como consecuencia de su apoyo al revocatorio, además de ella, otras tres personas resultaron afectadas y se quedaron sin sustento para su hogar. Por ello Greymar pidió “abrió los ojos” a los que aún siguen creyendo en el Gobierno.