Resulta inaceptable pensar que, en medio de la crisis alimentaria que viven los venezolanos, se dejen podrir alimentos que muchos no pueden adquirir en el país.
1.500 kilos de pescado donados al Oncológico Luis Razetti, en Caracas, se pudrieron antes de ser dados a los pacientes o personal del centro hospitalario.
Representantes del Ministerio de Salud los guardaron en las cavas del área de nutrición y también en las cavas de la morgue, según denunció la periodista Esteninf Olivarez.
La comunicadora social compartió una imagen del lote de alimentos que se venció sin ser consumidos por quienes los necesitaban.