Este lunes 27 de mayo se conoció que uno de los medicamentos que necesitaba el menor Erick Altuve, quien murió por complicaciones asociadas a un linfoma no hodking, estaba en el hospital J.M. De los Ríos, pero que supuestamente lo mantenían «bajo llave».
Se trata del Propofol, medicamento que se administra a pacientes para que soporten someterse a respiración mecánica. Altuve necesitó tanto este medicamento como meropenem durante los últimos días en los que agonizó.