Sin ningún tipo de consideración, grupos colectivos y militares atacaron la sede del Hospital Materno Infantil de San Cristóbal, que había prestado sus espacios para atender a los manifestantes heridos en la Toma de Venezuela.
Periodistas locales compartieron en sus redes sociales las imágenes del repudiable suceso.
Dentro del recinto de atención, también los militares habrían arrojado bombas lacrimógenas, afectando a las mujeres embarazadas que eran atendidas.
«Esto es dictadura, asesinato, esto es delito de lesa humanidad, por Dios. Esto es una clínica», expresaba una de las trabajadoras del lugar.