La agencia Reuters informó que luego de la advertencia de Estados Unidos a Moscú sobre las «graves repercusiones» que tendría si Navalny muriera en la cárcel, su abogado Alexei Liptser ,reveló que su salud se estaba deteriorando y nuevamente se le había negado el acceso a sus propios médicos.
«Todos los síntomas que tenía antes siguen siendo los mismos. Entumecimiento en brazos y piernas, dolor de espalda, no desaparecen … La situación solo está empeorando», dijo Liptser a Reuters.
El servicio penitenciario de Rusia dijo que Navalny, de 44 años, se encontraba en un estado «satisfactorio» y que estaba recibiendo «terapia de vitaminas» con su consentimiento.
Por su parte, el Kremlin dijo que no tenía información sobre el estado de Navalny y que no era el papel del presidente Vladimir Putin monitorear la salud de los prisioneros.
El caso de Navalny ha aislado aún más a Moscú en un momento en que la administración del presidente estadounidense Joe Biden ha anunciado sanciones económicas más severas y la República Checa, miembro de la OTAN y la Unión Europea y ha expulsado a espías rusos, acusando a Moscú de un papel en las explosiones mortales de 2014 en un Depósito de almacenamiento de armas.