La población de Palmira, en el estado Táchira se enardeció y quemó la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), luego de que un joven de 17 años, identificado como Luis Alviarez, fuera asesinado durante las protestas opositoras registradas en la localidad.
Se conoció que los pobladores estarían responsabilizando al cuerpo policial como presuntos responsables de este lamentable hecho.
Luis Alviarez, murió tras ser impactado por un proyectil en el pecho mientras participaba en las protestas convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática, contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.