En India cundieron este martes 5 de septiembre las especulaciones a raíz de unos rumores que apuntan que las autoridades planean dejar de utilizar oficialmente la denominación inglesa de su país, “India”, al que se refirieron como “Bharat” en una invitación para los dirigentes del G20.
El próximo fin de semana, Nueva Delhi albergará una cumbre del G20 que culminará con una cena de Estado ofrecida, según las invitaciones, por “el presidente de Bharat”.
Bharat es una de las dos denominaciones oficiales del país, según la Constitución india, y se remonta a los antiguos textos hindúes escritos en sánscrito. El propio primer ministro, Narendra Modi, suele hablar de India utilizando esa palabra.
Los miembros de su partido, el BJP (nacionalista hindú), han hecho campaña contra el uso de la denominación “India”, originaria de la antigüedad occidental e impuesta por el Reino Unido.
Según la cadena de televisión News18, fuentes gubernamentales anónimas afirmaron que los diputados del BJP podrían presentar este mes en sesión extraordinaria en el Parlamento una resolución especial para dar preeminencia al uso oficial de “Bharat”.
Los rumores sobre este proyecto bastaron para dar lugar a un cúmulo de reacciones ofuscadas de los opositores de Modi, y de mensajes entusiastas de apoyo por parte de sus simpatizantes.
“Espero que el gobierno no sea tan estúpido como para prescindir completamente de ‘India’. Deberíamos seguir utilizando las dos palabras” y no renunciar a “un nombre cargado de historia, reconocido en todo el mundo”, comentó Shashi Tharoor, responsable del Partido del Congreso (oposición), en la plataforma X (ex-Twitter).
Por el contrario, el exjugador de críquet Virender Sehwag se manifestó a favor del cambio y pidió al consejo de críquet indio que empiece a estampar la palabra “Bharat” en los uniformes de los equipos.
Durante décadas, los gobiernos indios de distintas tendencias han intentado borrar las huellas de la era colonial británica, rebautizando calles e incluso ciudades enteras. Un proceso que se intensificó desde que Modi es primer ministro (2014).
Además, su Ejecutivo mandó suprimir los nombres islámicos de lugares, impuestos bajo el imperio mogol, que precedió a la colonización británica. La medida fue criticada por parte de la población, que denunció un deseo de asentar la supremacía de la religión hindú, mayoritaria en el país.