Mientras las empresas en Venezuela se debaten entre si continuar o no sus operaciones en Venezuela debido a la terrible crisis económica que atraviesa el país, que incluyen un control de cambio y la persecución absurda del gobierno de Maduro, en Cuba, las empresas, en especial las tecnológicas, han comenzado a llegar en manada, bueno casi en manada. Este jueves, el grupo español Amper, compañía tecnológica, ha anunciado el cierre de sus operaciones en Venezuela, rematando su filial por tan solo un euro debido a las trabas económicas, pero en la isla no corren la misma mala suerte. Apple reveló que “algunos de sus productos y parte de su software se encuentran ya dentro de las categorías legales para exportarse a Cuba”, informó la publicación Cubadebate.
No obstante, de acuerdo con la misma fuente oficial, la compañía aún “no precisa cuáles son” esos productos. “Apple se encuentra entre las compañías estadounidenses que están tomando posiciones para abrir nuevos mercados en Cuba gracias a la flexibilización de las regulaciones sobre exportación de productos”, anunciadas por Washington tras comenzar un histórico “deshielo”, hecho público el 17 de diciembre pasado.
Según Cubadebate, la página digital de Apple informó sobre “su política de comercio global hacia países con una legislación especial”, la cual incluye un “apoyo al pueblo cubano”. La empresa afirmó que así “abre una nueva vía de comercio con la isla”.
Otras empresas estadounidenses, incluso líneas aéreas, ya anunciaron programas especiales para Cuba tras las decisión del presidente Barack Obama de aliviar el embargo que aplica Washington al país caribeño desde hace más de medio siglo, en una medida que causó conmoción mundial.
Netflix también llega a la isla
El portal tecnológico TicBeat reseña que según ha informado en un comunicado, el plan de Netflix pasa por implantar su oferta de entretenimiento online en Cuba a medida que “el acceso a Internet de sus habitantes mejora y las tarjetas de crédito están cada vez más disponibles”.
Desde ayer, los cubanos que cuentan con acceso a Internet de banda ancha y métodos de pago internacionales pueden suscribirse a Netflix y disfrutar de su selección de películas y series, algunas, como las mencionadas antes, de producción propia.
No obstante, ésa es, todavía, una pequeña franja de la población. Para contratar Netflix es necesario contar con una conexión de un mínimo de 2,3 Mbps, un servicio casi anecdótico en Cuba, y pagar una cuota mensual de entre 6 y 10 euros, un precio que representa una parte sustancial del salario de la mayoría de los cubanos. Aun así, Netflix ha llegado antes a Cuba que a España.
Estados Unidos y Cuba se encuentran en pleno proceso de negociación para normalizar sus relaciones, congeladas durante décadas. La compañía Netflix ha decidido dar este paso para adelantarse a una posible apertura económica del gobierno de Raúl Castro y aprovechar, así, antes que nadie, sus ventajas. También, piensan otros, ésta es una forma de comenzar acontaminar a la audiencia cubana con la cultura made in the USA en esta etapa de cambio.