Maduro insiste en la recolección de firmas para derogar el decreto de Barack Obama, donde considera a Venezuela como una «seria amenaza» contra la nación que preside, por ello, el primer mandatario aseguró este jueves que cuando vaya a Panamá a la Cumbre de las Américas, que se celebrará el próximo 10 y 11 de abril quiere llevar 10 millones de firmas con él.
A raíz de ello, el partido de gobierno desplegó una campaña que cuenta con más de 400 puestos para la recolección de firmas, entre los que se encuentran instituciones públicas, estaciones de metro e incluso las colas de Pdval para adquirir alimentos. El problema radica, en que ya existen varias denuncias de funcionarios que han sido despedidos a raíz de no querer estampar su rubrica.
En Caracas es común ver en las afueras de los organismos públicos puntos identificados con afiches que expresan los mensajes de la campaña gubernamental: “Obama deroga el decreto ya”, “Venezuela no es una amenaza, somos esperanza”. Inti Rodríguez, de la ONG Provea, informó que han recibido denuncias de despidos por negarse a firmar:
Las denuncias conocidas por Provea dan cuenta de personas identificadas con el gobierno que abordan a los ciudadanos para instarlos a firmar las planillas contra el decreto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a través del cual fueron sancionados 7 funcionarios del gobierno y se declara a Venezuela como una amenaza inusual a la seguridad de EEUU.
Frente al Liceo Fermín Toro, en El Silencio, una feria popular prestó servicios de salud, identificación y entretenimiento durante la mañana de este jueves 26 de marzo.
Álvaro Pérez llegó al operativo alrededor de las 10:30 de la mañana para renovar su licencia de conducir. Preguntó en el puesto del Intt por los recaudos, canceló los Bs.1.524 del impuesto en el punto de venta que le facilitaron y llenó las planillas correspondientes al trámite. Luego, la promotora le preguntó si ya había firmado contra el decreto. Pérez negó con la cabeza, pero rápidamente tomó el bolígrafo y llenó las casillas necesarias.
Antes de entregarle su documento, la funcionaria del instituto de transporte le indicó que para poder darle su licencia debía inscribirse en el Registro Electoral que el Consejo Nacional Electoral había dispuesto en el puesto vecino. Diligentemente el joven se colocó en la fila de cinco personas y realizó este segundo trámite inesperado para poder irse. Antes de retirarse, comentó: “Nadie me obligó a firmar, yo lo hice porque quise, pero para lo del registro sí hubo presión”.
En estaciones de Metro te esperan a la salida
En una de las salidas de la estación de Metro de La Hoyada, la que se encuentra a un lado de la oficina del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), una mujer vestida de rojo, y con carpeta y bolígrafo en mano, abordaba a los transeúntes que pasaban por allí. “Aquí se firma contra el decreto de Obama”, decía y, tras una breve explicación, algunas personas accedían a estampar su nombre.
En la estación de La California, tres personas con camisas de colores pasteles aguardaban con un cuaderno y varios bolígrafos a dos metros de un punto de recolección de firmas. Ellos evaluaban muy bien a quién acercarse; por ejemplo, no se aproximaban a quienes llevaban bolsas de mercado.
En Pdval el firmazo es en la cola
Mientras que decenas de consumidores hacían cola para entrar en el Pdval de Plaza Caracas, una señora iba con el cuaderno y preguntaba uno a uno quien faltaba por firmar.
Con información de Efecto Cocuyo.