La periodista Marta Colomina es una polemista de alta factura. Basta recordar su temple, sus planteamientos con piquete y su tino especial para hacer preguntas incómodas. No es un secreto que se ha declarado enemiga del presidente Nicolás Maduro y de su gobierno. Esto lo deja muy claro en cada artículo de opinión que publica semanalmente en el diario El Nacional.
El domingo 7 de agosto, Colomina publicó en El Nacionaluna columna titulada «Con Maduro mañana será peor que hoy», en la que analiza cada una de las aristas de la aguda crisis en la que se encuentra sumido el país: en lo social, económico, político e institucional. La Venezuela de hoy está, a criterio de la periodista, «hambrienta, cercada internacionalmente y a la deriva».
A continuación reproducimos el artículo íntegro:
No hay persona en Venezuela que no se acueste convencida de que con Maduro las cosas mañana van a estar aún peor que hoy: que visitará más farmacias en el intento de conseguir las medicinas para ese familiar que morirá si no sigue el tratamiento; o que «ruleteará» a su ser querido de un hospital destartalado a otro para encontrar en todos respuesta similar: no hay insumos, equipos dañados, el hospital no da comida a sus pacientes porque el gobierno no paga a la empresa encargada de la alimentación . Mañana seguramente tendrán que permanecer más horas en la cola para obtener la mitad de los alimentos que buscan y necesitan, pagando más del doble de lo que desembolsaron la semana pasada. A esas penurias se une el dolor de las madres que no encuentran leche para sus hijos y de las que no los envían a las escuelas porque se desmayan por no haber comido, a causa de que el gobierno no atiende el Plan de Alimentación Escolar (PAE). Un estudio de la alcaldía de Sucre revela que 64% de los niños deja de ir a la escuela por no tener comida y que casi el 40% solo comen 2 veces al día. El Tiempo, de Bogotá, reporta que «40 niños wayuús murieron en la Guajira por desnutrición». La agencia EFE da cifras aterradoras de la Sociedad Médica Venezolana de Puericultura y Pediatría: «falta de fórmulas lácteas y alimentos con proteínas agrava casos de desnutrición infantil en Venezuela». La falta de alimentos es tan atroz que ha llevado a las madres a alimentar a sus hijos con «agua de harina o agua de espagueti». La agencia Reuters, bajo el título «Venezolanas optan por la esterilización mientras crisis deteriora crianza de los niños», ilustra el horror social que vive el país : «La escasez de alimentos, la alta inflación y el deterioro de los servicios médicos en Venezuela generan tanta angustia que un creciente número de mujeres jóvenes optan por esterilizarse antes que asumir el embarazo y la crianza de los hijos. Los anticonceptivos, como condones o píldoras, han desaparecido de farmacias y comercios, un impulso para que muchas decidan practicarse la irreversible cirugía»: «Traer un niño ahorita es traerlo a sufrir», confiesa una mujer a la espera en un centro de salud para ser esterilizada». La OMS determinó que la tasa de mortalidad neonatal de Venezuela es la más alta del continente. Obsérvese que las fuentes son todas internacionales. El Gobierno de Maduro miente, o no informa, o censura. El régimen miente también con los CLAP, pues apenas entrega las míseras bolsas a un 15% de la población, y el resto se irían por el camino de la corrupción bachaquera. Los venezolanos vivimos aterrados ante la posibilidad de un secuestro o un asesinato, o un arrebatón del hampa desatada, no pocas veces «encompinchada» con los cuerpos de seguridad. Venezuela obtuvo la peor puntuación en seguridad ciudadana para cualquier nación en más de una década, según la evaluación anual de Gallup Global Law & Order Report. Otro reciente informe sitúa a Caracas como la ciudad más violenta del mundo: a la sede principal de su Medicatura Forense llegaron 535 cadáveres por muertes violentas en julio (17 al día)», publica El País de Madrid. El Gobierno censuró la publicación de cifras oficiales en 2005. A partir de esa fecha los reporteros se han visto obligados a informar sobre los crímenes y estadísticas de la delincuencia a través de filtraciones de sus fuentes .Hace días el gobierno instaló una cerca para que los periodistas no accedan a la morgue y reporten sobre el horror interno.
Las encuestas revelan que los chavistas también detestan a Maduro y le culpan de la crisis. Un estudio recién publicado por Datincorp registra que 83% de los chavistas apoyan las propuestas económicas de la oposición (y el 90% de los opositores) para superar la crisis económica en aspectos tan violados por el gobierno como «respeto a la constitución y las leyes»(84%); «el respeto a la propiedad privada»(78%); 90% apoya la producción nacional ;» y 97% combatir la corrupción» y otros más. Conviene recordar que entre 2005 y 2015 el Gobierno cometió 110.974 violaciones a la propiedad privada y que la caída de la producción agrícola e industrial del país se origina en los «exprópiese de fincas agrícolas y empresas en plena producción, que devinieron en ruinas en manos oficiales. Con la destitución del ministro Pérez Abad esta semana, todo indica que se agudizará el radicalismo confiscador que tanto ha arruinado el país y ha hecho crecer la rapiña, el hambre y la escasez.
Ante el 90% de rechazo popular, las encuestas concluyen que «Maduro no tiene futuro», pero subrayemos que «con Maduro en el poder, ni Venezuela, ni los venezolanos tienen futuro». El FMI calcula una inflación del 2.200% para 2017, año en el que el sector financiero internacional teme que Venezuela no podrá seguir pagando su deuda tan irresponsablemente adquirida y las importaciones habrán llegado a un nivel de hambruna nunca visto. El FMI prevé este 2016 una caída del PIB del 10% e inflación superior al 700%. «Venezuela vive la peor crisis de la historia en los últimos 100 años» señala el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros. Su colega, Miguel Ángel Santos, afirma que «ningún programa de ajustes ha sometido a población alguna a lo que hoy viven los venezolanos». La prensa mundial nos dice que el salario de los venezolanos es el más bajo de América Latina. La inflación es tan insostenible que se calcula que «un venezolano trabaja año y medio para cubrir la canasta alimentaria de un mes».
Con una Venezuela hambrienta, cercada internacionalmente y a la deriva, el delirante Maduro invoca a un pueblo que ya no le escucha, a reeditar «la gesta heroica del espíritu de 1999», rodeado de altos funcionarios acusados de corrupción y narcotráfico y deleznables figuras como la del ex fiscal General y seudopoeta, Isaías Rodríguez (el mismo que con solo mirar a los ojos del delincuente «testigo estrella» acusó a inocentes de la muerte del Fiscal Anderson), quien vino desde su cómoda embajada romana, en viaje pagado por los contribuyentes, para endulzarle el oído a Nicolás y decirle públicamente que Maduro solito puede destituir y borrar del mapa a la AN y, a través de sus delincuentes enchufados, borrar también el revocatorio.
Tengamos cada día presente que con Maduro y sus secuaces en el poder, el mañana de Venezuela siempre será muchísimo peor que el hoy. Por eso narcos, enchufados y afines declaran todos los días contra el Revocatorio y pretenden matar la esperanza de los venezolanos de salir pacífica y democráticamente de esta inmerecida desgracia. No dejemos que esa pandilla de indeseables nos maten esa esperanza y ese derecho a que el mañana, sea mucho mejor que el hoy.
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