La demora en la emisión de resultados oficiales de las elecciones de Estados Unidos, provocada, aparentemente, por el elevado número de votos enviados por correo postal, ha despertado la suspicacia del presidente estadounidense y candidato a la reelección Donald Trump.
Desde hace al menos un mes, Trump ha manifestado su negativa a aceptar la posibilidad de que Joe Biden, candidato demócrata en los comicios, pudiera ganar el proceso electoral celebrado el pasado 3 de noviembre y que se ha extendido hasta el día de hoy.
«Vamos a tener que ver qué pasa (…) No habrá transferencia, francamente, habrá una continuación», aseveró cuando se le preguntó al respecto.
Por su parte, Biden aseveró que, si Trump se negara a abandonar la Casa Blanca, a su juicio, posiblemente, las fuerzas militares estadounidenses tomarían las riendas para sacarlo.
Sin embargo, según reseñó Infobae, el desenlace de las acciones legales iniciadas por Trump y que denuncian supuesto “fraude” en el conteo de los votos, podría no ser tan sencillo como se espera. De hecho, la negativa de Trump podría desencadenar en una crisis constitucional si llegan a influir en las decisiones de los gobernadores sobre a quién enviar al colegio electoral.
En detalle
Judith Kelley, decana y profesora Sanford de Políticas Públicas de la Universidad de Duke, alertó que, en un escenario como ese, los estados en disputa (Pensilvania, Carolina del Norte, Michigan y Wisconsin) podrían terminar teniendo dos conjuntos de votos electorales en competencia y, como presidente del Senado, Mike Pence tendría que desenredar el asunto: podría optar por descartar ambos conjunto de votos, de modo que ningún candidato tendría los 270 votos electorales. Entonces, los miembros del Congreso votarían para decidir quiénes serían el presidente y el vicepresidente.
Por un lado, la Cámara de Representantes votaría por el presidente, con la delegación de cada estado obteniendo un voto compartido, y se necesitaría una mayoría simple de 26 votos para elegir. En el Senado, cada miembro obtiene un voto y 51 votos serían necesarios para elegir.
Complicaciones
Ahora bien, si alguno de los dos cuerpos mencionados no logra la mayoría, la trama se complica aún más. Si el Senado eligen a un vicepresidente, pero la Cámara de Representantes no elige a un presidente, el vicepresidente electo actúa como presidente hasta que se resuelva el estancamiento.
Si esto no se solventa para el día de la toma de posesión (20 de enero), la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se desempeñaría, provisionalmente, como presidenta hasta que se desate el nudo.
Redacción Maduradas con información de CNN e Infobae
De interés:
¡DE INTERÉS! Bloomberg: Nevada no reportará más resultados electorales hasta este #6Nov