Elliot Abrams, el diplomático que fue recientemente nombrado por el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, como enviado especial para ayudar a “restaurar la democracia” en Venezuela, estuvo presente durante el Consejo de Seguridad de la ONU, este sábado, en el que se discutió sobre la crisis en el país.
Abrams tomó la silla de Pompeo como representante suplente de la comisión de Estados Unidos cuando este abandonó la sala durante la intervención del canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, en la que el funcionario de Maduro acusó al gobierno de Donald Trump de dirigir un golpe de Estado y una intervención armada en su país.
“No lo voy a reconocer con mi presencia”, dijo Pompeo.
La cara de Abrams al escuchar a Arreaza muestra la incredulidad y el rechazo con los que el gobierno estadounidense analiza y recibe el discurso «revolucionario».
Según Arreaza, la crisis económica en Venezuela se debe al «bloqueo» y a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Incluso, les acusó de empeorar la crisis migratoria al recortar millonarios recursos económicos con lo que Maduro podría atender dicha situación.
Durante su discurso, Pompeo pidió a todas las naciones presentes reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y reiteró su rechazo a Nicolás Maduro, a quien ha calificado como «usurpador» e «ilegítimo».