En Verviers, la fiscalía señaló que se han encontrado varios cuerpos, pero no pudo confirmar los reportes de prensa de que cuatro personas murieron en el lugar.
Importantes carreteras quedaron inundadas en el sur y el este del país, además de que se suspendió todo el servicio ferroviario.
En Lieja, una ciudad de 200.000 habitantes, el río Meuse se desbordó el jueves y el alcalde pidió a las personas que viven cerca de la zona que se trasladaran a áreas más elevadas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió mandar ayuda, y el papa Francisco envió sus condolencias. Su oficina señaló que el pontífice rezaba por los heridos y desaparecidos, así como por aquellos que han perdido su sustento.
De momento se desconocía la magnitud de los daños, ya que muchos poblados quedaron aislados por inundaciones y deslaves que dejaron los caminos intransitables. Videos difundidos en las redes sociales mostraban autos flotando por las calles y casas medio derruidas en algunos lugares.
Muchos de los cadáveres no fueron encontrados sino hasta que las aguas empezaron a ceder.