El Nuevo Herald, ha publicado un reportaje escrito por Antonio María Delgado, donde expresa que «Venezuela es un importante puente del narcotráfico, y la presencia de grupos terroristas como el Hezbolah y las FARC ha sido documentada desde hace años, pero los organismos de inteligencia del chavismo gastan la mayor parte del tiempo espiando a periodistas, a dirigentes de la oposición y hasta las quejas por Twitter de ciudadanos comunes, viendo en éstos la verdadera amenaza para la revolución»
Cientos de documentos filtrados del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) muestran el grado de desconfianza que siente el gobierno venezolano de sus ciudadanos, cuyas llamadas telefónicas, correos electrónicos y comentarios por las redes sociales son monitoreados constantemente.
Venezuela es un importante puente del narcotráfico, y la presencia de grupos terroristas como el Hezbolah y las FARC ha sido documentada desde hace años, pero los organismos de inteligencia del chavismo gastan la mayor parte del tiempo espiando a periodistas, a dirigentes de la oposición y hasta las quejas por Twitter de ciudadanos comunes, viendo en éstos la verdadera amenaza para la revolución.
Cientos de documentos filtrados del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) muestran el grado de desconfianza que siente el gobierno venezolano de sus ciudadanos, cuyas llamadas telefónicas, correos electrónicos y comentarios por las redes sociales son monitoreados constantemente.
Y esto representa un significativo cambio de filosofía.
“Las aspiraciones del actual servicio de inteligencia venezolano es saberlo todo de todos. Eso se amolda, es el claro acompañante, del modelo político que están tratando de aplicar en Venezuela, que es totalitarista”, explicó el abogado y asesor en materia de seguridad Helly Angel.
Antes del chavismo, las actividades del Sebin — en esa época conocida como Disip –estaban concentradas en la lucha contra el narcotráfico y la subversión.
Pero ese ya no es el caso.
“Aquí se desnaturalizó todo, de la mano con el cambio de naturaleza del régimen hacía un modelo donde no hay espacio para la privacidad, y la disidencia de ideas. Ellos lo espían todo, incluso a los integrantes de sus propios cuadros”, agregó Angel.
Varios ex funcionarios del Sebin consultados para la elaboración de la actual serie sobre las operaciones de inteligencia de Cuba y Venezuela resaltaron que hoy en día la prioridad de los organismos de seguridad venezolanos es espiar a la población.
Para ello, el chavismo ha gastado millones de dólares en la adquisición de sofisticados equipos que le permite leer los correos electrónicos y escuchar las conversaciones de millones y millones de venezolanos.
Los funcionarios, que colaboraron con la actual serie otorgando varias horas de entrevistas, señalaron que las agencias de seguridad pueden leer todo correo electrónico y toda búsqueda online realizada a través de la estatal telefónica CANTV, sin que los funcionarios necesiten las claves del usuario para ver su correo.
Y el material obtenido a través del espionaje electrónico es utilizado para elaborar gigantescos mapas sobre la interrelación entre miles de personas consideradas “de interés” por sus ideas políticas y por el grado de influencia que ejercen.
“Así es que poco a poco se va construyendo una gigantesca telaraña”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
Entre las decenas de documentos obtenidos por el Nuevo Herald se encuentran múltiples informes elaborados por personal del Sebin sobre algunas personalidades claves del país petrolero.
El periodista Alberto Federico Ravell, antiguo director del canal de noticias Globovisión, estuvo en la mira de los agentes durante gran parte del 2012, según recogen los documentos, con el Sebin tomando nota de las llamadas telefónicas que recibía y de cuánto tiempo conversaba con ellos.
Entre las líneas de teléfonos monitoreadas, estaban algunos números celulares de Ravell, así como los teléfonos de línea fija del portal de noticias La Patilla.com, donde el ex director de Globovisión es uno de los principales accionistas.
Pero las comunicaciones de Ravell son solo una de las muchas registradas en los documentos, con los funcionarios del Sebin registrando las llamadas y las comunicaciones a través de correos electrónicos de políticos como Henrique Capriles, María Corina Machado y Julio Borges, entre otros.
Los documentos, fechados entre el 2010 y el 2013, ilustran una especial preocupación por las actividades en Twitter del ciberactivista @LucioQuincioC, quien en el 2012, operaba bajo el seudónimo @fredliberty.
Entre los documentos aparecen varios de los intercambios por Twitter que @fredliberty realizó en el 2012 sobre la enfermedad de Hugo Chávez, y los mensajes que algunos de sus seguidores también posteaban a través de las redes sociales.
Otras de las personas monitoreadas por la organización de inteligencia, según los documentos, incluyen al asesor político venezolano radicado en Miami, Esteban Gerbasi, al economista José Guerra, el ex embajador ante la ONU, Diego Arría, y los activistas radicados en Miami, José Antonio Colina y Patricia Andrade.
El Sebin también espió a los periodistas internacionales que llegaron al país para cubrir las elecciones presidenciales del 2012, con los documentos mostrando fichas emitidas desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía anunciando la llegada de cada uno de ellos que eran enviadas al departamento de “Contrainteligencia”.
En el caso de la periodista de CNN en Español Patricia Janiot, el organismo de inteligencia fue consultado sobre su solicitud para entrevistar al entonces vicepresidente Elias Jaua, con la agencia concluyendo que dicha entrevista sería “recomendable con Reservas”.
Agentes del Sebin espiaron a Janiot desde que entró hasta que salió del país, reportando en informes cada uno de sus pasos:
“A esta hora se observa a la ciudadana Ángela Patricia Janiot Martinera, en el Lobby del Hotel antes descrito, donde procedió desayunar, permaneciendo en el lugar por un periodo aproximado de una (01) hora, luego ingresando al ascensor para retornar nuevamente a su respectiva habitación”, declara uno de las entradas del informe que fue elaborado.
“Se visualiza a la ciudadana Ángela Patricia Janiot Martinera, egresar del Hotel Eurobuilding abordando la unidad vehicular marca Toyota, modelo Fortuner, color plata, matrícula AGO80X, tomando la avenida Rio de Janeiro, donde el vehículo fue perdido de vista debido al fuerte congestionamiento vehicular”, señala otra sección del informe.
Pero no son solo periodistas, opositores o ciudadanos críticos al gobierno los que son sometidos al ojo escrutor del Sebin.
Los documentos también muestran que los propios funcionarios del chavismo son espiados con regularidad, con decenas de informes elaborados sobre las actividades de numerosos integrantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.
Algunos de los informes develan que algunos integrantes del partido de gobierno se han visto vinculados con operaciones delictivas muy serias, incluyendo operaciones de corrupción y extorsión.
Pero muy poco de ellos terminan siendo procesado judicialmente salvo que el chavismo por alguna razón determine actuar contra ellos.
“Estos informes son engavetados y utilizados como instrumentos de chantaje para garantizar la lealtad de las personas investigadas”, comentó una de las fuentes.
“Solo si traicionan, o cuando amenazan con hacerlo, es que estos informes salen del archivador”, agregó.
Por Antonio María Delgado / El Nuevo Herald