La actual «primera combatiente» de la República, como Nicolás Maduro hace llamar a Cilia Flores, estuvo 12 años dentro del Poder Legislativo, donde durante 6 desempeñó el cargo de presidenta de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, su gestión dejó mucho de donde cortar, sobre todo si se toma en cuenta que al menos dejó a 40 familiares trabajando ahí, por lo que Tal Cual considera que los años «más rojos» de la AN, transcurrieron bajo el mandato de la ahora esposa del presidente de la República.
Creció el nepotismo (había Flores por todo el Palacio Legislativo, hasta 40 familiares trabajando allí), se aprobaron las leyes más polémicas, se otorgó la mayor cantidad de habilitantes y se le cerró las puertas del hemiciclo de sesiones a los medios de comunicación, bajo la justificación de que era una medida que buscaba proteger el buen desenvolvimiento del trabajo parlamentario.
A Cilia Flores poco le importaba sesionar hasta altas horas con tal de darle celeridad a las leyes que le solicitaban.
Por ejemplo, cuando ya se supo que el chavismo no sería mayoría para el período 2010-2015, aprobó un conjunto de 10 normas en el llamado «paquetazo navideño» en diciembre 2009. Las maratónicas sesiones se extendieron hasta pasadas las 2 de la mañana y todo con la anuencia de la aplanadora roja que tenía el Psuv en ese tiempo.
Siendo presidenta de la AN, Flores arrollaba a los pocos diputados de oposición cortándoles el audio para que no continuaran interviniendo.
Su blanco favorito era Pastora Medina (hermana de los también candidatos a diputados Pablo Medina e Ilenia Medina) a quien le dijo en una oportunidad «Se le acabó el tiempo, diputada. Se le acabó el tiempo, diputada. Mire, que se le acabó el tiempo, yo no estoy leyendo nada aquí, nosotros somos cristianos de verdad. Usted es una pecadora» y posteriormente le apagó el micrófono.
Se vino menos
Cuando el 5 de enero de 2011 asumió la nueva AN, desde temprano se sabía que ni Cilia Flores, ni Diosdado Cabello, ambos figuras connotadas del Psuv, serían propuestos como presidentes del Parlamento.
El nombre de Fernando Soto Rojas era poco conocido y lo que vendría después también era desconocido para muchos.
Soto Rojas se trazó una cruzada contra el nepotismo, ese del que era señalada Cilia, pues entre 2006 y 2011 no menos de 40 personas que trabajaban en la AN, según publicó El Universal, llevaban el apellido Flores y en una ocasión en defensa de su familia señaló que todos habían ingresado por vías regulares. «Aquí ingresó mi familia y yo me siento bien orgullosa de que sean mi familia y los defenderé en esta Asamblea Nacional como trabajadores y defenderé los concursos públicos, no sólo yo, también esta Asamblea Nacional y la mayoría de los diputados y diputadas revolucionarios y revolucionarias».
La última en salir de la AN fue Numidia Flores, prima de Cilia Flores y Jefa de Recursos Humanos, quien después de diversas protestas por parte de los trabajadores fue sacada por Soto Rojas.
Fue también Soto Rojas el que le dio una cucharada de su propia medicina al silenciarla como ella hacía cuando tenía el poder. Y aunque le dio la presidencia de la Comisión de Política Interior fue allí donde la gestión pasó de roja a gris, pues era poco lo que podía hacer.
De Tinaquillo a Miraflores y viceversa
«Ella tiene rato que no viene por acá. Hace bastante se le olvidó de donde salió», dice con voz de resignación una habitante de Tinaquillo, estado Cojedes. Allá, en la supuesta «tierra chavista» era poco lo que se sabía de una posible candidatura de Cilia Flores, a pesar de que Maduro dijo que la gente pidió la postulación y que él aceptaba que ella (Cilia) fuese a la batalla desde esa trinchera.
Fuentes ligadas al Psuv señalaron a Tal Cual que la candidatura se cocinó dentro de la Dirección Nacional, aunque esperaban que fuese tomada con más naturalidad en vista de que ya fue diputada y no que se le diera el «centimetraje» que se le dio, incluso fuera del país, «por sólo ser la esposa del presidente Maduro».
Cilia Flores proviene de una familia humilde, sus padres tuvieron cinco hijos, incluyéndola a ella, y aunque su vida la instaló hace años en Caracas, ahora le toca levantar votos en su tierra natal. No se sabe cuál será la logística para que la también «primera combatiente» haga campaña, pero de plano está descartado que se mude a Cojedes, reveló un informante del Psuv.
Casada en Miraflores
Cilia Flores nació en Tinaquillo, estado Cojedes. Cumple el 15 de octubre y actualmente tiene 62 años. Se graduó como abogada especialista en Derecho Penal y Laboral en la Universidad Santa María. Conoció a Hugo Chávez al ser su defensora en Yare y allí también estrechó lazos con Nicolás Maduro. En 1993 fundó el Círculo Bolivariano de los Derechos Humanos y se sumó al Movimiento Bolivariano Revolucionario – 200 Estuvo casada con Walter Gavidia y de esa unión nacieron tres hijos, todos varones. Posteriormente se divorció y vivió en unión de hecho con Maduro por muchos años. Se casó con él el 15 de julio de 2013.
Su ex esposo es presidente de la Misión Negra Hipólita y sus hijos están en puestos estratégicos del gobierno, como la presidencia de la Fundación Pro-Patria 2000.
Con información de Tal Cual.