El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, citó a la «unidad, resistencia, lucha y emancipación» como claves para vencer frente a los crecientes ataques de Estados Unidos a sectores estratégicos de la economía del país como el turismo, la energía y los servicios profesionales.
«Para justificar su actuación, Washington ha acudido a la burda explicación de que somos una amenaza para la región», dijo el mandatario en su discurso de clausura de la segunda y última reunión anual del Parlamento cubano, en la que se designó a un primer ministro por primera vez desde 1976.
Frente a los diputados, Díaz-Canel sostuvo que «ninguno de los planes de los adversarios resultó», aunque reconoció que las últimas sanciones del país vecino y su estrategia de impedir la llegada de combustible a la isla causaron serios problemas a lo largo del año.
En este contexto, avanzó que Cuba cerrará 2019 con un crecimiento del 0,5 % frente al 1,5 % previsto, si bien apostilló que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha estimado una desaceleración generalizada y «Cuba está en esos índices».
«No somos excepciones, lo excepcional es que no hayamos descendido (…) ni acudido a cómodas recetas neoliberales», defendió el presidente.
«PIRATERÍA» ESTADOUNIDENSE
«Que sepan que no vamos a rendirnos», espetó el líder cubano, quien agradeció el acompañamiento del pueblo con su «creatividad» y capacidad de encontrar «una solución a cada problema».
Recordó asimismo que uno de los principales motivos por los que el país mantiene «lazos formales» con EE.UU. son «los vínculos familiares de millones de ciudadanos».
Díaz-Canel tachó de «inmoral e inaceptable» la campaña estadounidense contra los servicios profesionales -sobre todo médicos- que Cuba exporta a otros países, y que constituyen una de las principales fuentes de ingresos del Estado.
También calificó de «actos de cobarde piratería» las presiones y multas de Washington a compañías y cargueros que transportan combustible a Cuba, «amenazas» que resultaron en problemas de desabastecimiento en el segundo semestre del año, lo que obligó al Gobierno a tomar medidas de emergencia en el transporte y la industria.
«El impacto no ha sido más severo gracias a la unidad y fortaleza del pueblo y a la experiencia de 60 años de enfrentamiento a la agresión imperialista (…) Todo el país volvió a apretarse el cinturón pero no se implantó una sola medida de ajuste que impactara sobre el pueblo», aseveró.
Asimismo hizo referencia a las sanciones de EE.UU. que han repercutido sobre el turismo -otro de los sectores estratégicos para las arcas cubanas- como la prohibición de los cruceros y de los vuelos a Cuba excepto a La Habana y la restricción de las categorías bajo las que los estadounidenses pueden viajar a la isla.
Son medidas que «golpean especialmente al sector no estatal de la economía», admitió.
APOYO A MADURO Y ORTEGA
En la esfera internacional, reiteró que Cuba mantendrá su «amistad y cooperación» con Venezuela y el Gobierno de Nicolás Maduro, una estrecha alianza en la que EE.UU. ha basado en el último año el endurecimiento de su política hacia La Habana y del embargo financiero que mantiene sobre la isla desde hace seis décadas.
También ratificó el apoyo cubano a Daniel Ortega en Nicaragua y a Andres Manuel López-Obrador en México, celebró la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de Argentina y denunció el «golpe de estado» contra Evo Morales en Bolivia.
Con Rusia, China y Vietnam la isla caribeña ha seguido consolidando sus lazos en este año, que también definió como «positivo» en los vínculos con la Unión Europea y sus estados miembros en todas las esferas, incluyendo la comercial.
Con información de EFE
Lea también: ¡ENTÉRESE! Evo Morales anuncia reunión de su partido en Argentina para elegir candidato