Gerardo Rincón, coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de Fundaredes, informó que entre 15.000 y 20.000 niños serían captados por grupos irregulares para realizar trabajos comerciales y sexuales.
“No es posible que los más débiles y los más vulnerables estén siendo utilizados por la guerrilla para estas situaciones y llevados a la economía informal donde los van engañando con dinero”, declaró.
En este contexto, declaró que estas bandas usarían a los niños como caleteros, carretilleros o mensajeros mientras que a las niñas las utilizan para realizar canjes de sexo por alimentos.
Asimismo, acotó que los menores que residen en los alrededores de la frontera colombo-venezolana suelen abandonar los estudios por las condiciones precarias en las que viven o por el éxodo de sus padres.
Además, aclaró que muchos de estos niños llevan a cabo estos trabajos para alimentarse a sí mismos o a sus familiares a los que deben cuidar. Agregó que esto ha permitido que las narcoguerrillas los capten.
Por último, pidió al Estado venezolano que tome las medidas necesarias para frenar esta situación pues actualmente se registró un 87% de deserción escolar en el estado Táchira, lo que promueve estos casos.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo.